El agua de romero es una bebida que se prepara con agua caliente y la cual se puede consumir en ayunas o en las noches y si se hace en las mañanas tiene varios beneficios para la salud, pues es lo primero que recibirá el cuerpo después de un ayuno, pero es importante señalar que no todas las infusiones son recomendadas en ayunas y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona.

Dicho lo anterior, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que el romero tiene “propiedades antioxidantes, antisépticas, carminativas, depurativas, antiespasmódicas, antibióticas, antimicrobianas, digestivas, antiplaquetarias, antiinflamatorias, hipoglucemiantes, hepatoprotectoras y diuréticas”.

Así las cosas, es ideal para regular el azúcar y mejorar la digestión, y para obtener los beneficios solo se debe hervir una taza de agua y agregar 5 g de hojas frescas de romero y esta bebida puede tomarse entre tres y cuatro veces al día. Sin embargo, pese a que no es común, el té de romero puede causar náuseas y vómitos y si esto sucede hay que suspender su consumo.

Asimismo, el portal señaló que existen algunas contraindicaciones con respecto a esta bebida y no se aconseja su consumo en madres durante la gestación, sobre todo en el primer trimestre. Igualmente, está contraindicado para las mujeres en etapa de lactancia o niños menores de seis años.

De igual forma, agregó que “las personas con enfermedades del hígado o de la vesícula biliar tampoco deben usar este té, pues ejerce un efecto colagogo, es decir, que facilita la salida de la bilis, lo cual puede empeorar los síntomas e incluso la enfermedad y tampoco debe ser ingerido por personas epilépticas”.

Cómo elegir y usar hierbas medicinales de manera segura

MedlinePlus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló que las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento y las personas las usan para ayudar a prevenir, curar una enfermedad, para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.

Es por ello que muchas personas creen que utilizar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento, ya que las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años y por ello, es fácil ver el atractivo. No obstante, “natural” no quiere decir seguro a menos que se tomen de la manera indicada, pues algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También pueden causar efectos secundarios.

Por consiguiente, indicó que es importante saber que:

  • No necesitan someterse a estrictas pruebas antes de venderse.
  • Es posible que no funcionen como se anuncia.
  • Las etiquetas no necesitan aprobación. Podrían no mostrar la cantidad correcta de un ingrediente.
  • Algunas hierbas medicinales pueden contener ingredientes o contaminantes no mencionados en la etiqueta.

De igual forma, se debe tener en cuenta que:

  • Si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea. Por ello, hay que poner atención a las afirmaciones hechas acerca del producto. ¿Cómo se describe el producto? ¿Es una píldora “milagrosa” que “desaparece” la grasa? ¿Funcionará más rápido que el cuidado normal? ¿Es un secreto que su proveedor de atención médica y las compañías aseguradoras no quieren que sepa? Tales declaraciones son señales de alerta.
  • No usar remedios herbales sin hablar primero con el proveedor y en especial si se está tomando cualquier medicamento.
  • No se deben utilizar si se va a tener una cirugía.