El agua oxigenada, también conocida como peróxido de hidrógeno, es un líquido incoloro que se encuentra en bajas concentraciones (de 3 a 9 %) en muchos productos domésticos para usos medicinales y como blanqueador de vestimentas.
Las concentraciones bajas de peróxido de hidrógeno son aquellas que se encuentran en las farmacias pues son de uso casero. Algunos de los usos que tiene, según el portal especializado Cuídate Plus, son:
1. Aclarar el pelo: debido a que es un potente agente oxidante es capaz de blanquear el cabello. Se suele usar con frecuencia en el bello corporal y, en los salones de belleza, existen productos que la contienen para tinturar o decolorar el cabello. Para este uso, el producto debe tener altas concentraciones y la aplicación debe estar supervisada por un experto.
2. Contra los hongos en las uñas: a pesar de que es un método tardado, es un remedio casero tradicional para eliminar los hongos de las uñas.
3. Desinfectar heridas: suele ser el uso más común de este producto, sobre todo, en casos de rozadura o si alguna parte del cuerpo ha estado en contacto con el suelo ocasionando un raspadura. Para usarlo con este fin hay que lavar la zona afectada con agua y jabón, y después se de debe aplicar el agua oxigenada con una gasa o algodón para evitar la contaminación.
4. Gárgaras con agua oxigenada: ya que es considerado un desinfectante puede ayudar con afecciones en la garganta. Para hacer las gárgaras hay mezclar una parte de oxigenada con cuatro de agua y no debe tragarse. Sin embargo, existen productos más adecuados y seguros para este fin.
Cabe resaltar que, en la mayoría de los casos es mejor usar un producto específico para la afección que se quiere tratar en vez de agua oxigenada, y puede presentar contraindicaciones. Por ejemplo, el peróxido de hidrógeno puede ser tóxico si se ingiere, si se inhala o está en contacto con la piel sensible o los ojos.
Según la Agencia de Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos, inhalar el producto para uso doméstico (3 %) puede producir irritación de las vías respiratorias, mientras que el contacto con los ojos puede producir leve irritación de los ojos. Inhalar vapores de las soluciones concentradas (más del 10 %) puede producir grave irritación pulmonar.
La ingestión de soluciones diluidas de peróxido de hidrógeno puede inducir vómitos, leve irritación gastrointestinal, distensión gástrica, y en raras ocasiones, erosiones o embolismo (bloqueo de los vasos sanguíneos por burbujas de aire) gastrointestinal.
Así mismo, consumir soluciones de 10 a 20 % de concentración puede producir síntomas similares, sin embargo, los tejidos expuestos pueden también sufrir quemaduras. Ingerir soluciones aun más concentradas, además de lo mencionado anteriormente, puede también producir rápida pérdida del conocimiento seguido de parálisis respiratoria.
Por otro lado, el contacto de una solución del 3 % de peróxido de hidrógeno con los ojos puede causar dolor e irritación, sin embargo las lesiones graves son raras. La exposición a soluciones más concentradas puede producir ulceración o perforación de la córnea.
En aquellos niños que se han expuesto accidentalmente al peróxido de hidrógeno se han descrito efectos similares a los observados en adultos, según la misma institución estadounidense.
A pesar de lo mencionado, no existen suficientes estudios científicos que comprueben tanto los beneficios como las consecuencias del uso de agua oxigenada, por lo que se debe consultar a un médico antes de acudir a ella para tratar alguna afección.