El edema, conocido popularmente como retención de líquidos, es un aumento excesivo en el líquido intersticial, aquel que se encuentra en los tejidos que están fuera del sistema circulatorio.
La Fundación Española del Corazón indica que las causas de esta afección pueden ser variadas y, entre ellas, están problemas circulatorios, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedades renales o hepáticas. De igual forma, existe el edema cíclico idiopático, en el que el problema se produce sin una causa conocida.
Las piernas son de las áreas del cuerpo más afectadas por este padecimiento. A esto se le denomina edema periférico. Puede deberse a un problema con el sistema de circulación venosa, el sistema linfático, los riñones o el hígado, pero también puede estar relacionado con sobrepeso o si la persona es sedentaria.
En el caso particular del sistema linfático, este ayuda al cuerpo a desechar las sustancias no deseadas, como las bacterias y toxinas, precisa el portal Medical News Today. No obstante, cuando estos vasos se dañan o no existen, el líquido linfático se acumula.
La retención de líquidos también se relaciona con un mal funcionamiento de los riñones, pues si estos órganos están enfermos no pueden drenar los líquidos, éstos terminan acumulándose en el cuerpo.
Una situación parecida que registra cuando hay una enfermedad hepática, ya que esto inhibe la producción de albúmina, una proteína que ayuda a detener la fuga de sangre de los vasos sanguíneos. Cuando hay deficiencia, la sangre se escapa, causando que el líquido se acumule en las piernas y pies, generando la inflamación.
Los principales signos de la retención de líquidos se evidencian con hinchazón o inflamación del tejido que está directamente debajo de la piel, especialmente, en las piernas; piel estirada o brillante y piel que retiene un hoyuelo (fóvea) después de presionarla durante varios segundos, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
Causas
Los factores que están detrás de esta afección pueden ser variados. Por ejemplo, la retención de agua en las piernas se puede dar por causas genéticas; sin embargo el estilo de vida es determinante. Una dieta rica en alimentos con alto contenido en sal o grasas puede propiciar que se acumule agua en las piernas. Además, el consumo excesivo de alcohol o el cigarrillo también inciden.
El sedentarismo es otro aspecto que tiene mucho que ver, así como usar tacones altos con frecuencia o estar mucho tiempo sentado o de pie.
En el caso de las mujeres, la acumulación de líquido puede aparecer durante el síndrome premenstrual o como consecuencia de la ingesta de píldoras anticonceptivas, ya que afecta a las hormonas del cuerpo. Las enfermedades vasculares, renales, cardíacas y hepáticas son de las causas graves que inciden en el desarrollo de este padecimiento.
¿Cómo tratar la afección?
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos brinda algunos consejos para eliminar la acumulación de agua en las piernas.
- Colocar las piernas sobre almohadas para elevarlas por encima del nivel del corazón.
- Ejercitarlas. Esto ayuda a bombear líquidos desde las piernas de nuevo hasta el corazón.
- Seguir una dieta baja en sal, la cual puede reducir la retención de líquidos y la hinchazón.
- Usar medias especiales de compresión.
- Evitar el uso de ropa o ligueros apretados alrededor de los muslos.
- Bajar de peso si es necesario.
Los expertos recomiendan consultar al médico de manera inmediata si se siente dificultad para respirar o se presenta dolor torácico, especialmente si se evidencia como presión o rigidez.
También es importante acudir al especialista si el paciente tiene enfermedad del corazón o renal y la hinchazón empeora; si posee antecedentes de enfermedad hepática y presenta hinchazón en las piernas; si el pie o la pierna hinchada están enrojecidos o calientes al tacto; si presenta fiebre o si es una mujer embarazada y tiene algo más que una hinchazón leve o presenta un aumento súbito de la misma.