Que las frutas y las verduras son la clave para cualquier buena dieta, dicen por ahí. Y es que además de ser una creencia popular, tal afirmación ha sido respaldada por toda clase de profesionales de la salud, quienes insisten en aprovechar las vitaminas, minerales y nutrientes de dichos alimentos, en lugar de buscar todo eso en suplementos artificiales.

Pero si bien son parte esencial de la alimentación correcta, cada fruta tiene propiedades distintas. Hay desde las más dulces, las cuales aportan energía y agua, hasta las más ácidas o cítricas, que funcionan como antioxidantes y benefician al sistema inmunológico.

El limón tiene un sinnúmero de propiedades, entre las que destacan las ofrecidas por su alto contenido en vitamina C.

Entre estas aparece el limón, que aporta una gran cantidad de vitamina C, potasio y cantidades adecuadas de otras vitaminas o minerales. Es un aliado natural para la producción de colágeno, que colabora en el fortalecimiento de la piel, cabello y uñas. También tiene la propiedad de mejorar la cicatrización y prevenir enfermedades.

Cabe destacar que el limón es una de las pocas frutas que puede ser aprovechada por completo. Es decir, no es solo la parte sólida del interior (sustancia) lo que será de beneficio, sino también sus semillas, su cáscara y el agua que contiene.

Esta última, por ejemplo, tiene enormes efectos en la salud. “El agua mezclada con limón contiene ácido cítrico, que ayuda a limpiar y prevenir los depósitos de calcio que se acumulan en el agua. Cuando estos depósitos aumentan, puede provocar una enfermedad cardiovascular”, afirma el doctor David Jockers.

Se recomienda beber agua de limón en vez de refrescos procesados, ya que esta bebida es una opción mucho más saludable para acompañar las comidas.

No obstante, dichas implicaciones variarán dependiendo de la temperatura en la que se consuma. El agua de limón fría tiene unas características distintas a la tibia (o caliente), de la cual se hablará a continuación.

Los limones sirven para reforzar el sistema inmune. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

El agua de limón tibia puede ser el reemplazo de esa taza de café matutina que acostumbra a tomar a diario. Inclusive, puede ser tomada en las noches, lo cual es común de ver cuando se tiene gripa o alguna afección respiratoria.

Precisamente esto se da porque uno de los beneficios de tomar el agua con limón tibia es que refuerza el sistema inmunológico. Por ser ricos en vitamina C, los limones tienen la capacidad de proteger al organismo en ese sentido.

Asimismo, ayudará a equilibrar el pH, reduciendo la acidez total del cuerpo.

Otra ayuda que brinda es la de eliminar aquellos materiales que circulan por el tracto digestivo, pero que no son deseados. Por su parte, promueve la producción de la bilis en el hígado. Estas dos acciones ayudan a la digestión.

Junto con el colágeno, la vitamina C también logra tener un efecto positivo en la piel. La infusión pondrá a trabajar ambos recursos y ayudará a disminuir las arrugas y manchas cutáneas.

Por prevenir infecciones, gracias a su fortaleza inmunológica, el agua con limón tibia también contribuirá a aliviar el dolor dental y la gingivitis, controlando el mal aliento. No obstante, el ácido cítrico puede afectar al esmalte de los dientes, por lo que no se debe exceder en el consumo de esta solución.

El agua de limón ayuda a fortalecer varios sistemas. | Foto: Foto: Getty Images

También, gracias a la vitamina C, los limones pueden apoyar en la eliminación del estrés oxidativo, el cual quita la tranquilidad y acelera los efectos de la ansiedad. Esta bebida podrá ayudarle a conservar un estado de calma natural, sin la necesidad de recurrir a calmantes u otros químicos.

Finalmente, como se mencionó anteriormente, su condición tibia hace del agua de limón un buen sustituto para el café, el cual puede generar adicción y complicaciones en la salud.