Hoy los agujeros negros se robaron el protagonismo y son el centro de diversas conversaciones alrededor del mundo, luego de que este jueves 12 de mayo se conociera la primera imagen de un agujero negro en el centro de nuestra galaxia.
Así lo confirmó, por medio de una rueda de prensa a nivel global, el equipo internacional de astrónomos que han trabajado en un proyecto conocido como EHT (Event Horizon Telescope).
Durante el evento, los científicos compartieron la imagen de la “silueta” del agujero negro, que recibe el nombre de Saggitarius A*, sobre un disco luminoso de materia. Se trata de una imagen similar a la del gigantesco agujero de la lejana galaxia M87, mayor que la nuestra, y que el EHT difundió en 2019.
Sin duda, se trata de un gran avance para la ciencia, que ha tratado por décadas de develar los misterios que guardan los agujeros negros. Y es que, técnicamente, los agujeros negros no pueden ser examinados, debido a su densidad y a su fuerza de gravedad, de la que ni siquiera la luz puede escapar, lo que en realidad se logra detectar es la materia que circula a su alrededor.
¿Qué pasaría si un humano cae en un agujero negro?
Tras conocerse la más reciente imagen de un agujero negro, las inquietudes de las personas vuelven a ponerse sobre la mesa. Mientras algunos se cuestionan sobre qué son en realidad los agujeros negros, de dónde vienen y qué daños podrían producir si están cerca de la Tierra, otros se preguntan qué pasaría si un ser humano llegara a caer en uno de ellos.
Lo primero, cabe decir, es que según informó National Geographic en español, el agujero negro identificado en la Vía Láctea se encuentra a unos 27.000 años luz de la Tierra, justo en el centro de nuestra galaxia. “Es extremadamente pesado: su masa es equivalente a la de cuatro millones de soles”, precisa.
Justamente, por dichas características, Saggitarius A se clasifica como un agujero negro supermasivo. Entre otros tipos de agujeros negros, señala la revista En Exclusiva, en un artículo publicado en su sección de ciencia y salud, se encuentran los estelares, que se originan por el colapso de estrellas y cuya masa es mayor a tres soles; los intermedios, que tienen masas de entre 100 a pocos millones de soles, y los microscópicos o miniatura, que en teoría son aquellos con masas menores al Sol.
“Se cree que los agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias se crearon al someter estos centros a condiciones extremas durante la formación de dicha galaxia. Se sabe que estos agujeros negros siguen creciendo, al devorar objetos cercanos o fusionarse con otros agujeros negros”, indica el artículo.
La curiosidad por saber qué pasaría si un objeto, o inclusive un ser humano, cayera en uno de ellos, no es nueva. Se trata de una pregunta que varios expertos han contestado de manera contundente: no habría posibilidades de sobrevivir.
“La fuerza de gravedad nos estiraría hasta convertirnos en un hilo y la temperatura sería tal que nos vaporizaría”, puntualizan desde la revista.
Una opinión que ya era compartida por Andrea Ghez, ganadora del Premio Nobel de Física 202, en una entrevista con la AFP. En esta, aseguró que no sería posible que el ser humano sobreviviera. “Si cayéramos con los pies hacia adelante en un agujero negro, lo primero que sucedería es que la fuerza gravitatoria sería mucho más fuerte en los pies que en la cabeza, lo que nos destrozaría. Así que no sentiríamos nada porque ya no existiríamos, no sobreviviríamos”, explicó.