Uno de los alimentos que cumple varias funciones para la salud es el ajo, un ingrediente de sabor potente que es usado por millones de personas en la cocina y que está lleno de nutrientes favorables para el organismo, desde regular los niveles de azúcar, hasta brindar nutrientes y mejorar las funciones cerebrales como la memoria.

Si bien el consumo de ajo no garantiza que las personas dejen de enfermarse para siempre o que su estado de salud sea el ideal de un día para otro, los expertos en nutrición sí recomiendan incluirlo en la dieta para empezar a ver cambios gradualmente, además de seguir una alimentación integral y balanceada.

Ajo (Foto Getty) | Foto: Getty Images

Un reciente estudio liderado por investigadores de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, determinó que el consumo de ajo ayuda a contrarrestar los cambios relacionados con las bacterias intestinales y que están asociados a los problemas de memoria.

De acuerdo con los investigadores, la microbiota intestinal disminuye con el paso de los años y facilita el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, entre las que se destaca el Alzheimer y el Parkinson. Por esa razón, los expertos realizaron pruebas en ratones a los que alimentaron con un suplemento dietético a base de ajo.

Los resultados evidenciaron que los ratones más viejos que recibieron el compuesto de ajo mostraron una mejor memoria a corto y largo plazo y bacterias intestinales más sanas.

Los hallazgos del estudio, citados por el portal Infosalus de Europa Press, fueron presentados recientemente durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Fisiología y la reunión de Biología Experimental en Orlando, Florida (Estados Unidos).

Un artículo publicado en la revista especializada The Journal of Nutrition demostró que el consumo de ajo en ayunas aumenta las enzimas antioxidantes del cuerpo, es decir, las encargadas de proteger las células que previenen el daño oxidativo.

Lo anterior quiere decir que el consumo de ajo contribuye a un menor daño en ese proceso de oxidación, lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y la demencia, además de que los resultados de la investigación señalan que el ajo es capaz de favorecer las funciones cognitivas.

Previene problemas cardiovasculares

Uno de los principales beneficios del consumo de ajo es que disminuye el riesgo de sufrir problemas de presión arterial, algo que preocupa generalmente a las personas hipertensas.

A esa conclusión llegó un estudio publicado por la revista científica Molecular and Cellular Biochemistry, en el que se recomienda su consumo para prevenir ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares.

También se recomienda consumir ajo crudo en ayunas para aumentar los niveles de colesterol HDL (bueno), mientras se reducen los niveles del colesterol LDL (malo) y los triglicéridos en la sangre.

Algunas personas evitan consumir ajo por su fuerte olor característico que puede permanecer en la boca por varias horas, generando una sensación de mal aliento. En esos casos, la revista especializada Journal of Food Science recomienda masticar hojas de menta, lechuga o manzana después de consumir ajo crudo.

Por otra parte, la revista médica Diabetes, Metabolic Syndrome and Obesity publicó un estudio en el que se determinó que los pacientes diabéticos que consumían ajo en ayunas para complementar su respectivo tratamiento mostraron una reducción considerable de sus niveles de glucosa.

Finalmente, la revista médica Journal of Medicinal Food publicó una investigación en la que se evidencia que el ajo puede combatir los procesos de inflamación, pues incorpora elementos como el disulfuro de dialilo que sirven para tratar de manera natural problemas como la artritis. No obstante, para ese tipo de necesidades se recomienda consumir el ajo crudo lo más fresco posible, pues un estudio publicado por Food and Chemical Toxicology ha demostrado que la exposición de este alimento al calor deteriora sus beneficios.