Los niveles de colesterol en la sangre son un tema del que mucho se escucha, pero sobre el que poco se actúa. Para entender por qué es importante mantenerlo dentro de un rango saludable, primero es necesario saber qué es esta sustancia.
De acuerdo con la definición del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el colesterol es una sustancia cerosa que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y gozar de buena salud, no obstante, es necesario que corresponda a cantidades adecuadas.
Básicamente, esta sustancia se encarga de transportar lipoproteínas, es decir, partículas compuestas por proteínas y grasas. El riesgo radica en que los niveles poco saludables de colesterol pueden aumentar el riesgo de padecer múltiples enfermedades.
Según detalla la enciclopedia médica MedlinePlus, las lipoproteínas se dividen en tres grupos:
- Lipoproteína de baja densidad (LDL), también denominada colesterol “malo”.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL), también denominada colesterol “bueno”.
- Lipoproteína de muy baja densidad (VLDL). Aunque algunos también la califican como colesterol “malo” porque contribuye a la acumulación de placa en las arterias, la fuente consultada precisa que la lipoproteína de muy baja densidad y el LDL son diferentes; ya que la lipoproteína de muy baja densidad transporta triglicéridos y el LDL principalmente lleva colesterol.
Cuando el colesterol LDL -o malo- adquiere niveles altos deriva en la acumulación de placa en los vasos sanguíneos. En consecuencia, se genera una especie de taponamiento de grasa que, a su vez, aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón, derrame cerebral u otras complicaciones de salud.
Por su parte, los niveles altos de colesterol HDL -o bueno- pueden reducir el riesgo de sufrir problemas de salud. “El colesterol HDL transporta el colesterol y la placa acumulada en las arterias hasta el hígado, para que pueda ser eliminado del organismo”, anota el NIH.
De manera general, estos son los hábitos que conducen a que los niveles de colesterol sean demasiado altos:
- Dieta poco saludable (comer muchas grasas dañinas).
- Poca o nula actividad física. El sedentarismo reduce el colesterol bueno (HDL).
- Fumar también reduce el colesterol bueno (HDL), especialmente en las mujeres. Así mismo, aumenta el colesterol malo (LDL).
Ajo para destapar las arterias, ¿cómo prepararlo?
La medicina alternativa ofrece algunas opciones para eliminar la placa que se forma a raíz del exceso de colesterol malo en la sangre. De esta manera, es posible destapar las arterias para no comprometer la salud. No obstante, es pertinente mencionar que este tipo de remedios caseros no cuentan con respaldo científico, por lo que su efectivad no está garantizada en un 100 %.
Dicho esto, aunque son una opción tradicional, los tratamientos alternativos no sustituyen la perspectiva médica, por lo que es conveniente contar con el aval de un profesional antes de intentarlos.
El portal especializado Mejor con salud menciona que el ajo, en conjunto con el limón, puede ser aprovechado en un remedio natural para reducir los niveles de colesterol en el organismo. Dentro de sus beneficios destaca:
- Ayudar a reducir el colesterol malo (LDL) mientras aumenta el bueno (HDL).
- Disminuir los triglicéridos en la sangre.
- Ayuda en la prevención de trombos (coágulos sanguíneos que se forman en un vaso y permanece allí).
- Contribuye a bajar la presión arterial.
- Mejora el funcionamiento del hígado.
- Potencia el sistema inmunitario.
Así mismo, el citado portal resalta que “tanto el ajo como el limón poseen propiedades antioxidantes, lo que los hace capaces de contribuir a la renovación y el rejuvenecimiento de las células”. Para aprovechar sus beneficios, la opción más popular es a manera de infusión.
Ingredientes:
- Cuatro limones.
- Cuatro cabezas de ajo.
- Tres litros de agua hervida.
Preparación:
- Pelar el ajo y cortar los dientes en mitades.
- Lavar muy bien los limones y cortarlos en pequeños pedazos, sin retirar la cáscara.
- Llevar los ingredientes a un recipiente e incorporar el agua.
- Distribuir la mezcla en tres frascos de cristal, y rellenarlos con agua tibia.
- Cerrar muy bien los frascos y llevarlos a la nevera.
- Refrigerar por tres días.
- Una vez pase el tiempo sugerido, colar la mezcla de los tres frascos y volver a guardar el líquido en la nevera.
Para el método de consumo, Mejor con salud recomienda tomar una cucharada sopera (15 ml) durante los primeros días, media hora antes de las principales comidas del día. Luego, se podrá aumentar progresivamente la cantidad hasta máximo 150 ml diarios. El tratamiento dura 40 días y se puede llevar a cabo una vez al año.