El ajo es uno de los ingredientes más comunes dentro de las recetas saludables, gracias a sus numerosas propiedades nutricionales. De hecho, por lo general, también es utilizado en remedios caseros para tratar patologías relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo, como presión alta, colesterol elevado, enfermedades de las arterias coronarias, ataques al corazón y la arteriosclerosis.

De acuerdo con información de la Fundación Española del Corazón, el ajo posee numerosas propiedades terapéuticas: diurético, depurativo, antiséptico y antibacteriano. Así mismo, detalla que esta hortaliza ha sido usada desde tiempos remotos en el tratamiento de diversas afecciones, lo que ha dado pie a múltiples ensayos que buscan corroborar sus beneficios.

Por ejemplo, investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China) llevaron a cabo un metaanálisis que analizó 26 trabajos previos que evaluaban los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol. “En general, el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG). Los resultados apuntan que los efectos del ajo fueron más marcados en personas con un tratamiento a largo plazo”, cita la Fundación Española del Corazón.

Por su parte, MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, anota que el ajo contribuye en la disminución de la presión arterial alta y la reducción del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis).

Siete beneficios de consumir ajo en las mañanas y las noches

Bajar colesterol y triglicéridos

El portal Gastrolab Web reseña que, a partir de las propiedades hipotensoras, hipolipemiantes, depurativas y antiinflamatorias del ajo, se ha determinado que su consumo regular ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y triglicéridos del organismo. Así mismo, una creencia popular apunta a que consumir un ajo en ayunas ayuda también a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL) en la sangre.

No obstante, es importante tener en cuenta que las recomendaciones generales para una alimentación saludable deben ser guiadas por un especialista médico. En ese sentido, antes de implementar dietas o tratamientos salidos de internet, es conveniente consultar con un nutricionista.

Previene enfermedades cardiovasculares

Las propiedades del ajo ligadas a reducir el colesterol malo y los triglicéridos ayudan, además, a mejorar la salud cardiovascular. Así mismo, contribuye a reducir la presión arterial alta y el endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis), previene trombos y mejora la circulación sanguínea, lo que previene y combate las enfermedades cardiovasculares.

Alivia malestares gastrointestinales

El ajo puede ayudar a combatir la inflamación; además, posee beneficios antibióticos y antibacterianos que ayudan a aliviar las molestias gastrointestinales causadas por la fermentación de los alimentos en el intestino.

Combate enfermedades respiratorias

Las propiedades antibacteriales, antibióticas y antiinflamatorias del ajo lo hacen un elemento útil para combatir enfermedades respiratorias como los resfriados. En ese sentido, ayuda a descongestionar las vías respiratorias y combate los microorganismos en los pulmones de forma natural.

Por supuesto, el ajo no sustituye los tratamientos médicos, por lo que tampoco debe ser adoptado como un único “remedio”. La dirección médica por parte de un especialista resulta esencial.

Regula los niveles de glucosa

De acuerdo con la información de Gastrolab Web, el ajo potencia las funciones del hígado y del páncreas, ya que estimula el desarrollo de insulina en el organismo, ayudando a regular los niveles de glucosa en el organismo.

Ayuda a bajar de peso

El ajo, además, ayuda a regular el metabolismo mediante la estimulación de los ácidos gástricos. Este efecto contribuye a bajar de peso si se complementa con otros hábitos de vida saludable, como la alimentación balanceada y el ejercicio.

Combate diversas enfermedades

Las propiedades antibióticas presentes en el ajo ayudan a combatir bacterias como la salmonela o la escherichia-coli, que causan graves daños intestinales. Además, tienen efectos positivos en la flora microbiana dental.

Por otra parte, el portal citado menciona que el ajo ayuda a reducir los niveles de plomo en la sangre hasta en un 19 %, por lo que combate dolores de cabeza y presión arterial alta.