La albahaca es una hierba aromática que se utiliza en muchas partes del mundo desde hace milenios. Está muy difundido su uso en fresco, como condimento y aromatizante de salsas, quesos, ensaladas, carnes, pescados, tortillas, sopas, fideos, guisos, etc.

Según el Centro Regional Buenos Aires Sur de Argentina, de esta planta se usan las hojas y flores como una alternativa medicinal. En infusión, estimula la digestión. También actúa como antiespasmódica, carminativa y sedante suave. En utilización externa tiene propiedades analgésicas y antisépticas.

Así mismo, el portal especializado Tua Saúde informó que la albahaca es un potente diurético, por lo que contribuye a disminuir el exceso de líquido del cuerpo y, por lo tanto, a bajar de peso.

Además, la albahaca ayuda a controla la ansiedad, “equilibrando el hambre y disminuyendo el consumo de alimentos calóricos”, explica el mismo medio.

Otra de las propiedades a destacar de esta planta es el regular los niveles de azúcar. Según diversos estudios, la albahaca estimula la secreción de insulina por parte del páncreas e inhibe “la producción de glucosa en el hígado e incrementa la producción de glucógeno, pudiendo ser una excelente opción para ser incorporada en la dieta de las personas que sufren de diabetes y de prediabetes”, informa Tua Saúde.

Con el fin de sacar provecho de estas propiedades, es posible preparar té de albahaca. GastroLab, portal especializado en gastronomía, expuso cómo realizarlo.

Ingredientes: una taza de agua, 10 hojas de albahaca fresca y miel o endulzante al gusto

Preparación:

1. Elegir las hojas más verdes y frescas para la elaboración.

2. Lavar las hojas correctamente.

3. Poner agua en una olla y llevar al fuego por cinco minutos.

4. Pasado el tiempo, añadir la albahaca y esperar a que el agua hierva.

5. Bajar del fuego, tapar, y esperar a que el agua repose 10 minutos.

6. Servir y agregar una cucharadita de miel.

7. Se puede tomar caliente o fría con un poco de hielo.

Cabe resaltar que, de acuerdo a lo informado por Manuel Réis, enfermero con diplomado en Fitoterapia Clínica y quien escribe para el portal especializado en salud, nutrición y bienestar Tua Saúde, entre las propiedades más destacadas de la albahaca está su aporte como tratamiento de la tos y la flema.

También ayuda en el proceso de cicatrización de las heridas; contribuye a tratar los problemas de estómago como estreñimiento, cólicos y gases; se usa para tratar los ronquidos, la amigdalitis; las náuseas; la falta de apetito; la ansiedad; el insomnio; la migraña y las picaduras de insectos.

Esta hierba también aporta como:

  • Antiespasmódica: es decir, que previene o interrumpe contracciones dolorosas en los músculos.
  • Vermífuga: los componentes de la albahaca contribuyen a matar o expulsar lombrices intestinales.
  • Antibacteriana: sirve para combatir infecciones causadas por bacterias.
  • Fungicida e insecticida: cuando es aplicada a las plantas o puesta al lado de ellas, sirve para impedir el crecimiento o eliminar los hongos y mohos que las perjudican.
  • Astringente: aunque es un término asociado a la piel, en el caso de los alimentos digeridos tiene que ver con aquellos que, según el medio El Universal, ayudan a combatir problemas estomacales.
  • Febrífuga: la albahaca, durante una enfermedad, contribuye a la disminución de la fiebre.
  • Antiinflamatoria: puede reducir, en algunos casos, la inflamación, el enrojecimiento y el dolor en el cuerpo.

Del mismo modo, esta hierba es muy rica en calcio, elemento importante para mantener sanos los huesos y dientes, así como en potasio, mineral que regula el contenido de agua de las células y su movimiento, según se explica en la web experta Medline Plus.