Hay hierbas aromáticas que además de ser famosas por complementar el sabor de las comidas en las distintas gastronomías alrededor del mundo, resaltan por las bondades de su consumo para el ser humano. Tal es el caso de la albahaca.
Esta planta, de origen asiático, se ha utilizado por sus propiedades medicinales desde la antigüedad, siendo incluso ampliamente reconocida en la medicina ayurvédica, un sistema tradicional de India, donde le confieren múltiples beneficios.
De acuerdo con el portal sobre nutrición Cuerpo Mente, una de las características propias de la albahaca es que su aceite esencial es rico en estragol, cineol y eugenol, flavonoides y saponósidos, compuestos que pueden resultar buenos para el organismo. Frecuentemente, este aceite es utilizado como un relajante muscular, que se aplica con suaves masajes sobre la zona afectada para mejorar las contracturas y tensiones.
Según el medio referido, la albahaca se destaca por su acción digestiva, aperitiva, carminativa y antiespasmódica, lo que la hace un ingrediente ideal para incluirla en la alimentación, ya que facilita la digestión, alivia las molestias asociadas al malestar estomacal, disminuye la pesadez abdominal así como los calambres gastrointestinales.
Asimismo, contribuye a mitigar el riesgo de retención de líquidos, gracias a sus propiedades diuréticas.
Por su parte, la guía de Medicamentos Herbarios Tradicionales compartida por el Ministerio de Salud de Chile, señala que en la medicina natural esta hierba es utilizada para aliviar distintas afecciones, como los cólicos, el dolor de estómago, los vómitos y el estreñimiento. De igual forma, gracias a sus propiedades antisépticas es usado como remedio para lavar las heridas y mejorar la piel con casos de acné.
Sin embargo, pese a las propiedades positivas que tiene esta planta, es importante tomar precauciones para no provocar efectos contrarios. La primera recomendación es que la ingesta de esta planta, su jugo o aceite no sea excesiva. Principalmente, algunas investigaciones han demostrado que el aceite esencial puede ser riesgoso para la salud, debido a que el estragol tiene un potencial cancerígeno.
Así lo evidenció el Comité Científico de la Unión Europea que, en el año 2001, aconsejó disminuir y restringir el uso de estragol, especialmente en dosis altas. Lo anterior responde a que se ha comprobado que puede convertirse en un genotóxico natural.
Cabe decir que ante cualquier afección de salud se debe acudir a los profesionales de la salud, quienes podrán indicar el mejor tratamiento a seguir de acuerdo con cada condición particular de salud.
La albahaca es recomendada solo como una opción complementaria para favorecer el bienestar del organismo y no como un remedio para curar enfermedades.
¿Cómo preparar una infusión de albahaca?
De acuerdo con el portal sobre nutrición Cuerpo Mente, la albahaca puede ser preparada a modo de infusión junto a otras plantas, para prevenir y aliviar las molestias asociadas a la digestión.
Puede combinarse con el orégano, el poleo blanco, la manzanilla. Su preparación es muy sencilla: se necesita tener las plantas a utilizar en la infusión bien lavadas y a la mano. Coloca una olla con agua a hervir y agregar una cucharada sopera de la mezcla de hierbas por cada taza de agua. Dejar infusionar por al menos cinco minutos.
Colar el agua y esperar que se enfríe un poco antes de servirla. Se recomienda tomar esta infusión después de cada comida.
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Té de albahaca
Ingredientes:
- 10 gramos de hojas frescas de albahaca
- 1 litro de agua
¿Cómo prepararlo?
- En una olla, poner a hervir la cantidad indicada de agua y agregar unas cuentas hojas de la albahaca.
- Dejar que hierva durante 10 minutos, mientras que la albahaca se mezcla un poco con el agua.
- Antes de servir, esta bebida se puede endulzar con miel al gusto.