A menudo las personas experimentan sensaciones diferentes luego de consumir un determinado alimento. Si bien no todos los casos representan una situación peligrosa, es necesario aprender a diferenciar una indigestión común de una alergia.

De acuerdo con el portal médico Mayo Clinic, la alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunitario que ocurre luego de haber ingerido un alimento específico, incluso si se trata de pequeñas cantidades.

Esta alergia puede desencadenar síntomas como problemas digestivos, urticaria (ronchas o piquiña en la piel) e inflamación de las vías respiratorias. En casos puntuales, la alergia también es capaz de provocar síntomas más graves.

Según indica el portal citado, se calcula que la alergia alimentaria afecta a 6 y 8 % de niños menores de tres años y hasta a 3 % de adultos.

Por otra parte, Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, detalla que existe otra condición conocida como intolerancia a los alimentos -que no debe confundirse con la alergia-, y abarca casos de acidez, cólicos, dolor de estómago o diarrea. Esta reacción es provocada por alimentos como el maíz, los lácteos (intolerancia a la lactosa) o granos que contienen gluten, como el trigo.

Respecto a la alergia alimentaria, señala que suele ser menos común si se compara con los casos de intolerancia. Las personas con alergias tienen una respuesta inmunitaria hipersensible, lo que desata los síntomas asociados a esta condición.

Estas son las alergias alimentarias más comunes y en qué edades tienen mayor probabilidad de desarrollarse:

  • Los huevos (principalmente niños).
  • El pescado (niños mayores y adultos).
  • La leche (cualquier edad).
  • Los maníes (cualquier edad).
  • Los mariscos, camarones, cangrejos y langostas (cualquier edad).
  • La soya (principalmente niños).
  • Las nueces de árbol (cualquier edad).
  • El trigo (principalmente niños).

¿Cuáles son los síntomas?

En algunos casos, las reacciones alérgicas a determinados alimentos suele ser molesta pero no llega a ser grave. Para otras personas, una alergia desencadenada por alimentos puede significar un riesgo mortal. En ese sentido, según explica el portal médico Mayo Clinic, los síntomas y la gravedad de los mismos varían de acuerdo con la condición de cada ser humano.

En la mayoría de casos, los síntomas que presenta una persona con alergia alimentaria son la aparición de urticaria y picazón en la piel, sensación de hormigueo en la boca, hinchazón en partes del cuerpo como los labios, la lengua, la cara o la garganta, congestión nasal y dificultad para respirar, dolor abdominal, diarrea, náuseas o vómito, así como mareos o desmayos.

En los casos más extremos, la gravedad de los síntomas puede evolucionar hasta convertirse en un riesgo para la vida de la persona: opresión y estrechamiento de las vías respiratorias, inflamación en la garganta capaz de dificultar la respiración, choque con descenso grave de la presión arterial, pulso acelerado y pérdida del conocimiento.

Los síntomas descritos previamente son atribuidos a la anafilaxia. Según Mayo Clinic, se trata de una reacción alérgica de mayor gravedad y requiere de tratamiento especializado y urgente, si se llega a padecerla.

Prevención y tratamiento

El portal médico Mayo Clinic señala que la introducción temprana a productos con maní se ha asociado a un menor riesgo de desarrollar alergias a este alimento. Sin embargo, aconseja consultar a un médico antes de introducir en la dieta de los niños alimentos alergénicos.

Sobre los casos en que ya se ha desarrollado una alergia, sugiere identificar plenamente cuáles son aquellos alimentos que la originan. De esta manera, es más fácil evitar su consumo y hay menor riesgo de padecer los síntomas asociados a la alergia alimentaria.

Prevenir el consumo de los alimentos a los que la persona ya sabe que es alérgica es la manera más eficiente de evitar sus síntomas.