Una nueva alerta lanzaron las autoridades sanitarias de Estados Unidos ante la aparición del virus del Nilo Occidental en varias regiones de ese país y que según se ha advertido puede generar parálisis.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), hasta el momento se han detectado mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental en siete estados, lo que ha generado preocupación.
De acuerdo con el portal Best Life, este virus puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso en los seres humanos.
Los estados afectados con la presencia del mosquito transmisor son Arizona, Arkansas, Colorado, Illinois, Iowa, Massachusetts y Nueva York, sin embargo, solo en cuatro de ellos se detectaron casos de personas contagiadas.
El CDC indicó que Arizona, Arkansas, Illinois y Iowa son los estados donde se encuentran los casos confirmados del virus.
“Esta es, por lo general, la época del año en la que esperamos ver un aumento en la actividad del virus del Nilo Occidental, y estos grupos de mosquitos positivos lo confirman”, señaló Patricia Schnabel Ruppert, comisionada de salud del condado de Rockland, en Nueva York.
Las autoridades recordaron que en 2020, se reportó la menor cantidad de contagios de Nilo Occidental con tan solo ocho casos confirmados en comparación con los 49 casos identificados en 2018.
Síntomas del virus
Los principales síntomas de este mal son fiebre, dolor de cabeza, dolor en el cuerpo y articulaciones, vómitos, diarrea y sarpullidos.
Cuando el paciente ya se ha recuperado de la enfermedad tiende a presentar aún fatiga y debilidad durante al menos unas semanas, que podrían extenderse a meses.
Los casos más graves derivan en enfermedades neurobiológicas, como encefalitis y meningitis.
Aunque el virus del Nilo Occidental no se encuentra relacionado a la covid-19, presenta ciertas similitudes en los síntomas que experimentan los infectados. Al igual que con coronavirus, existe también la posibilidad de ser un paciente asintomático.
El talón de Aquiles de la campaña de vacunación en EE.UU.
Esta nueva alerta se conoce en momentos en que Estados Unidos enfrenta dificultades en la vacunación contra el coronavirus, especialmente en la zona sur de ese país.
De hecho, una parte de los afrodescendientes sospecha de las vacunas, la población conservadora de áreas rurales está convencida de que matan más que la covid-19: los estados del sur tienen una de las tasas de vacunación más bajas de Estados Unidos, lo que convierte a esta región en el talón de Aquiles en la lucha contra las variantes del coronavirus.
Con su pequeño equipo y una energía apenas desgastada por el calor abrasador, Sheila Tyson, legisladora de Birmingham, la principal ciudad del estado de Alabama, toca las puertas de las modestas casas del distrito de Memorial Park, habitado en su mayoría por afrodescendientes.
“¡Quiero verlos a todos el domingo (en el parque)! Habrá comida gratis, hasta que se acabe, y vacunas, ¿están vacunados?”, lanza esta activista de la “Mesa Redonda de Mujeres Negras de Alabama” a los que asoman la cabeza.
A pesar de tener una lesión en el pie, Tyson es una de las pocas funcionarias elegidas localmente que recorre parques, escuelas, guarderías y estadios en vecindarios desfavorecidos para promover las vacunas anticovid.
Durante el pico de la epidemia en el estado de Alabama, entre diciembre y enero , “la gente caía como moscas”, recuerda Tyson. Hoy, “estamos en una carrera entre la vida y la muerte”, señala esta mujer afrodescendiente “muy preocupada” por la variante Delta del coronavirus, que avanza rápidamente en Estados Unidos.
Entre las teorías de la conspiración que afectan la campaña de vacunación entre la minoría afroestadounidense está la idea de que tiene como objetivo “esterilizar a los hombres negros”, señaló.
Información falsa alimentada por una larga historia de discriminación sanitaria, incluido el uso de cientos de hombres negros como conejillos de indias durante los infames experimentos de sífilis en Tuskegee (1932-1972), a 200 km de Birmingham.
De hecho, muchos afroaestadounidenses, que representan el 27% de los cinco millones de habitantes de Alabama, prefieren “esperar y ver” los efectos de la vacuna antes de decidir, confirma Janice Cobb, una costurera de Memorial Park.
Frente a esta desconfianza, las acciones ultralocales, como las organizadas por Tyson, son las más efectivas, pero no suficientes para elevar sustancialmente la tasa de vacunación, explica Scott Harris, jefe de servicios de salud de Alabama.
En la actualidad, solo el 40% de los mayores de 12 años han recibido al menos una dosis de vacuna en este estado: una tasa apenas superior a la de Luisiana (38%) y Misisipi (36%) -último lugar en el ranking estadounidense -, y muy por detrás del promedio nacional del 64%.
Con información AFP.