Mientras el mundo disfrutaba la fiebre que produce el fútbol, las autoridades sanitarias lanzaban toda clase de alertas debido a la reaparición de nuevos brotes virales mortales. Lo irónico es que, aunque desde mayo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una alerta global por la aparición de cuatro nuevos casos de peligrosos virus, pocos entendieron la gravedad del asunto que fue notificado por la propia directora general de la OMS, Margaret Chan. Lo cierto es que Chan mencionó con nombres y apellidos los peligrosos virus: el síndrome respiratorio de Oriente Medio, más conocido como coronavirus; los virus H5N1 y H7N9 de la gripe aviar y el ébola. Y a esos cuatro se suman la última epidemia del chikingunya y la reaparición de otro que ya se creía derrotado: el poliovirus. Datos oficiales de la OMS indican que, solo este año, esos microorganismos han causado la muerte de casi un millar de personas y los brotes afectan fuertemente a países de Asia, África y América. Por ahora el virus que podría afectar a Colombia es el chikungunya, cuya presencia ya es oficial en Venezuela, el Caribe y algunos países de Centroamérica. Frente a esa amenaza, Martha Lucía Ospina, directora de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, señaló que desde noviembre del año anterior el gobierno se prepara para la llegada de ese virus, “además, expedimos la circular 014 de marzo del 2014 dirigida a todas las IPS del país, para que sepan como reconocer, estudiar y tratar los casos”, dijo la funcionaria. Pese a la letalidad de esos temidos virus, desde la OMS no se han tomado medidas extremas como frenar la movilización de ciudadanos entre naciones y barreras al intercambio comercial. Las alertas se encaminan más a exigir controles y tomar medidas sanitarias para evitar su propagación. El chikungunya de El Salvador Aunque es de origen africano, llegó a El Salvador y ya amenaza a todo el continente, en especial las islas del Caribe, Centro y Sur América. Solo en El Salvador, se estima que ese virus ya contagió a 1.264 personas. El virus se transmite a través del mosquito Aedes aegypti y los síntomas que produce en los humanos son muy similares a los del dengue clásico y hemorrágico. Una persona contagiada con el virus chikungunya experimentará fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor muscular, rasquiña y brotes en la piel y dolor intenso en las articulaciones. Según expertos, todos esos síntomas pueden prolongarse durante meses y ello explica el origen de su nombre, que significa retorcido, contorsión. La mutación de la gripe aviar Aunque la humanidad aún no olvida la epidemia de la gripe aviar con el famoso virus H5N1 que aterrorizó al mundo hace una década, la verdad es que ese virus originario de China no se ha ido y, por el contrario, está evolucionando y cada vez se hace más letal. Prueba de ello es que en la actualidad no se habla de uno, sino dos virus que mutaron y se convirtieron en los temidos H7N9 y H10N8. Si bien aún no han evolucionado a tal punto de permitir el contagio entre humanos; por ahora solo es posible adquirirlo a través de las aves de corral. No obstante, científicos expertos en la cepa no descartan que evolucione hasta lograr la transmisión entre humanos, “el potencial que este nuevo virus tiene para provocar una pandemia no debe ser infravalorado”, dijo a medios locales Shu Yuelong, director del grupo de expertos que analiza la situación de la gripe aviar en China. Mientras que el virus H10N8, hasta la fecha, solo ha provocado la muerte de una mujer, el H7N9 suma 123 contagios y 25 muertos. Una de las nuevas características de este agente es que su perfil genético le permite atacar el tejido más profundo de los pulmones, lo que podría facilitar el contagio entre seres humanos. El Síndrome de Oriente Medio Aunque existen antecedentes que apareció desde el 2012 en Arabia Saudita, se propagó por el mundo y este año las alarmas se encendieron cuando el Ministerio de Salud de Jordania notificó a la OMS un nuevo caso confirmado de infección por el coronavirus, causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio. Básicamente este virus, cuyo origen se presume es animal, produce una enfermedad respiratoria aguda que se manifiesta con fiebre, tos, dificultad para respirar y algunas veces produce diarrea, náuseas, vómito e insuficiencia renal. Desde su aparición hasta la fecha, la OMS revela un total de 212 casos confirmados de infección por coronavirus, de los cuales 88 terminaron con la muerte del paciente. El mortal ébola Es uno de los virus africanos más viejos y, a su vez, uno de los más letales. Alcanza una tasa de mortalidad del 90 % una vez se produce el contagio. Debe su nombre al río Ébola, ya que junto a su margen estaban ubicadas las dos aldeas donde aparecieron brotes simultáneos por primera vez en 1976, en Sudán y República del Congo. Su contagio se produce por contacto directo con órganos, sangre y fluidos corporales de animales infectados y posteriormente se propaga de persona a persona. Esta grave enfermedad viral suele manifestarse con fiebre súbita, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y garganta,; vómito, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal, hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Las naciones más afectadas por este virus son Guinea, Liberia y Sierra Leona y solo este año ya dejó 603 muertos de 964 casos detectados, solo en esos tres países. El polio resurge Por décadas, hemos oído hablar del temido virus de la poliomielitis, conocido como polio, capaz de paralizar a una persona en cuestión de horas, luego de atacar su sistema nervioso. Según datos de la OMS, una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas) y de un 5 al 10 % de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios. Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, dolor de cabeza, vómito, rigidez del cuello y dolores en las extremidades. Los casos de poliomielitis han disminuido en más de un 99 %. De 350.000 contagios reportados en 1988, se pasó a solo 223 casos notificados en el 2012 y su presencia se limitaba a tres países (Afganistán, Nigeria y Pakistán) gracias a las campañas masivas de vacunación. Sin embargo, solo en mayo de este año, la OMS declaró otra alerta mundial ante el aumento de casos de esta infección. La enfermedad potencialmente mortal no solo se incrementó en un 183 %, sino que hace presencia en diez países. Quizás la fiebre del fútbol cegó a la humanidad e hizo que no le parara bolas a un tema de tanta trascendencia; pero ahora que se acabó la Copa, es hora de tomar medidas sanitarias y epidemiológicas para evitar pandemias similares a las de mediados del Siglo XX.