El cáncer de hígado es una enfermedad que surge por el crecimiento y multiplicación sin control de algunas células (hepáticas) dañadas, las cuales son denominadas cancerosas. En este órgano se pueden formar diferentes tipos de cáncer.

Tener diabetes y consumir en exceso bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de sufrir este tipo de cáncer.

Si no se detecta a tiempo, el porcentaje de muerte es muy alto. Sus principales síntomas son la pérdida de peso sin razón alguna, el dolor en la parte alta del abdomen, la debilidad o fatiga que no desaparece, tener las heces blancas, la pérdida del apetito, la inflamación abdominal, y las náuseas y vómitos.

Por su parte, la gota “es una forma común y dolorosa de artritis. Produce hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez en las articulaciones. La gota ocurre cuando se acumula ácido úrico en la sangre. El ácido úrico surge por la descomposición de unas sustancias llamadas purinas. Las purinas se encuentran en todos los tejidos del cuerpo. También se encuentran en muchos alimentos como los fríjoles y guisantes secos y en las anchoas”, precisa Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

“Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre, pasa por los riñones y sale del cuerpo en la orina. Pero, a veces, el ácido úrico puede acumularse en cristales con forma de aguja. Cuando se forma en las articulaciones, es muy doloroso. Los cristales también pueden causar piedras en los riñones. Con frecuencia, el primer ataque de gota ocurre en el dedo gordo del pie. También puede afectar tobillos, talones, rodillas, muñecas, dedos y codos”, agrega la entidad.

La alimentación es clave para prevenir el surgimiento de enfermedades como el cáncer de hígado y la gota. Una dieta alimenticia sana evita la aparición de ambas. Por el contrario, una dieta insana aumenta el riesgo de padecerlas.

Estudios hacen relación entre el alto consumo de carnes rojas y el cáncer. | Foto: Getty Images / Owen Franken

En este sentido, es oportuno hacer hincapié que existe un alimento de consumo diario que incrementa la probabilidad de padecer cáncer de hígado y gota. Se trata la carne roja, la cual, además, puede subir los niveles del colesterol en la sangre.

“Entre los diversos alimentos potencialmente relacionados con el cáncer de hígado, se ha sugerido que tanto la carne roja como la carne procesada podrían colaborar en el desarrollo de esta patología”, afirma la plataforma digital El Español.

Por su lado, Mayo Clinic, instituto internacional de investigación clínica, señala:

“Una alimentación compuesta principalmente de carne roja y mariscos, y bebidas endulzadas con azúcar de fruta (fructosa), eleva los niveles de ácido úrico, lo cual aumenta tu riesgo de desarrollar gota. El consumo de alcohol, en especial de cerveza, también incrementa el riesgo de que padezcas gota”.

Por lo tanto, para evitar el cáncer de hígado y la propia gota es de vital importancia limitar o restringir el consumo de las carnes rojas. Estas se pueden reemplazar por las carnes magras, las cuales se caracterizan por ser muy bajas en grasa. Entre estas resalta el pollo.

La ingesta de carne roja es perjudicial para la salud. | Foto: Getty Images/Image Source

Datos desalentadores de la carne roja

El portal Green Peace menciona algunos datos de la carne roja. Estos son:

1. “El consumo de carne roja y procesada está asociado al incremento de enfermedades no transmisibles como cáncer, obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del intestino (diverticulitis) o enfermedades crónicas del hígado”, indica.

2. Por cada 50 g de ingesta diaria de carne procesada se aumenta un 18 % de riesgo de padecer cáncer de colon o intestino grueso. Las partículas de las granjas suelen ser peligrosas.

Carne. | Foto: ©2016 Claudia Totir