El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Es el segundo más grande, solo después de la piel. Una de sus principales funciones es excretar una sustancia llamada bilis, la cual es de vital relevancia en el proceso de la digestión. Mantener un estilo de vida saludable ayuda a que permanezca sano.
Cuando el estilo de vida es insano, este órgano se empieza a recargar de toxinas y de otras sustancias dañinas. Una de las enfermedades más comunes de este órgano es el hígado graso, la cual, como su nombre lo indica, surge por tener un exceso de grasa en las células hepáticas.
Por su parte, la obesidad “significa tener un exceso de grasa en el cuerpo. Se diferencia del sobrepeso, que significa pesar demasiado. El peso puede ser resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo. Ambos términos significan que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable según su estatura”, explica MedlinePlus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Asimismo, el sitio dice que “la obesidad aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres. Si usted está obeso, perder por lo menos de 5 a 10 % de su peso puede retrasar o prevenir algunas de estas enfermedades. Por ejemplo, si usted pesa 200 libras, el 5 al 10 % serían unas 10 a 20 libras”.
La alimentación es un factor más que clave para prevenir una enfermedad como el hígado graso y evitar llegar a la obesidad. Sobre esto, es oportuno hacer hincapié que existe un alimento de consumo diario que, al ser consumido en exceso, provoca hígado graso y obesidad.
Se trata del azúcar, la cual se obtiene de la caña. Una gran cantidad de marcas nacionales e internacionales la comercializan. Se puede consumir en su propio estado y también como compuesto en muchos productos.
Problemas de salud que provoca el azúcar
“Una de las razones por las que el hígado se sobrecarga es porque es el único encargado de metabolizar la fructosa. Por esto, cuanta más fructosa se le obligue a procesar, más duro será su trabajo y más rápido se deteriorará. El consumo excesivo de azúcar ocasiona hígado graso, incluso en aquellos que no abusan de las bebidas alcohólicas”, reseña el portal especializado Mejor con Salud.
Este mismo sitio dice que “diferentes estudios han comprobado que las comidas ricas en azúcares contienen demasiadas calorías y son desencadenantes de sobrepeso y obesidad. Como se trata de azúcares refinados, hechos bajo proceso industrial, al llegar de forma excesiva al organismo no se transforma en energía, sino que se almacena en grasa. Los expertos en salud y nutrición aseguran que una de las primeras cosas que deben hacer las personas que quieren adelgazar es hacer a un lado los alimentos que contienen esta sustancia”.
Como se puede notar, para evitar sufrir problemas de salud como el hígado graso y la obesidad, es de vital importancia limitar o restringir el consumo de una sustancia como el azúcar. Adicional a ello, como ya se conoce, el consumo en exceso de azúcar incrementa el riesgo de padecer una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes.
“La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía”, afirma MedlinePlus.