Para hablar de la manera natural en que se pueden reducir el colesterol y prevenir la formación de trombos, es importante hablar de un alimento cotidiano que ayudar a regular este tipo de malestares en el cuerpo. Se trata de la cebolla.
En este mismo sentido, se sabe que la cebolla es un alimento que “está compuesta principalmente por agua (un 89%), lo que la hace muy ligera. Los carbohidratos son su nutriente más abundante y apenas proporciona proteínas (1,2%) ni grasas (0,2%)”, destaca el portal CuerpoMente.
Asimismo, la cebolla es considerada como un alimento diurético y es que gracias a su abundante potasio y bajo sodio ayuda en casos de hipertensión y colesterol.
Beneficios de la cebolla
Se conoce que las cebollas tienen muchos compuestos que pueden combatir la inflamación y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Como se mencionó anteriormente, las cebollas son ricas en quercetina, que es un antioxidante que ha demostrado reducir los factores de riesgo de enfermedades del corazón, los niveles de presión arterial, baja el colesterol malo y reduce el riesgo de producción de trombos en las vías sanguíneas.
El portal RiskAverse destaca que un estudio demostró que el extracto de cebolla, lleno de quercetina, redujo la presión arterial sistólica hasta 6 mm Hg, en comparación con los que no recibieron el extracto.
También se ha demostrado que la cebolla reduce los niveles de colesterol malo LDL. Se ha demostrado que las antocianinas y otros antioxidantes reducen la formación de grumos de colesterol LDL, lo que disminuye el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. En concreto, los antioxidantes ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y la formación de coágulos sanguíneos.
Otra de sus facultades es que “favorece la salud ósea al aumentar la resistencia y densidad de los huesos. Los estudios han demostrado que las cebollas reducen el estrés oxidativo y pueden prevenir enfermedades como la osteoporosis. Además, pueden ayudar a mejorar la densidad ósea, fortaleciendo los huesos con el tiempo y previniendo enfermedades relacionadas con la edad”, indica el portal mencionado.
Está demostrado que los adultos mayores que comen cebollas pueden reducir su riesgo de fractura de cadera en un 20 %, en comparación con los que no consumían cebollas.
Por último, es importante destacar que las cebollas están llenas de fibra y prebióticos, las cuales son esenciales para mejorar la salud intestinal.
Vale la pena recordar que los prebióticos son los que ayudan a alimentar las bacterias intestinales y a crear ácidos grasos de cadena corta. En este sentido, los estudios han demostrado que los ácidos grasos de cadena corta fortalecen la salud intestinal y reducen la inflamación.
En concreto, las cebollas son ricas en inulina y fructooligosacáridos, por lo que gracias a este componente ayudan a alimentar las bacterias del intestino y a promover una salud intestinal adecuada.