Durante la etapa del envejecimiento se suelen diagnosticar diversas enfermedades bien sea por factores genéticos u hereditarios, por un proceso natural y evolutivo de determinados órganos o partes del cuerpo, o sencillamente porque el paciente llevó una vida sedentaria, cargado de excesos en materia de alcohol, tabaco y alimentación.

Entre los padecimientos más usuales que surgen en dicha etapa se destacan el párkinson y el alzhéimer. Cuando un paciente padece de párkinson presenta serias alteraciones a la hora de realizar ciertos movimientos corporales y se empiezan a presentar varios de manera paulatina e inesperada sin que la persona pueda controlarlos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifiesta que esta es una afección degenerativa del cerebro asociada a síntomas motores, que se reflejan en la lentitud de los movimientos, además de temblores, rigidez y desequilibrio; y otras complicaciones, como el deterioro cognitivo, los trastornos mentales y del sueño, y las alteraciones sensoriales.

Los síntomas antes mencionados se generan cuando las neuronas o también llamadas células nerviosas del cerebro se degradan o mueren; por lo general, esto ocurre de manera progresiva y en masa generando afecciones motoras en el paciente.

El párkinson se desarrolla con el avance del envejecimiento. | Foto: Getty Images

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la investigación y práctica médica explica que la mayoría de las neuronas que mueran son las encargadas de producir la hormona a la que se le conoce como dopamina.

El cerebro sin dopamina no puede hacer determinadas funciones de la misma manera, generando trastornos en el movimiento y en otras partes del cuerpo. Al inicio de la enfermedad los movimientos se presentan de manera leve y con el avance de la misma se empiezan a generar de manera más brusca y en ambos lados del cuerpo.

Por su parte, el alzhéimer es una enfermedad que afecta a los pacientes mayores de 65 años. MedlinePlus, biblioteca nacional de medicina y salud de los Estados Unidos explica que los primeros síntomas de los pacientes que han sido diagnosticados con alzhéimer se manifiestan cuando empiezan a olvidar acontecimientos que ocurrieron días e incluso horas atrás; por lo general, olvidan los nombres y el parentesco que tienen con las personas que los rodean y esto se debe a que las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje se ven fuertemente afectadas.

Con el paso de los días y meses, los pacientes con este diagnóstico comienzan a olvidar hasta las cosas más habituales o que se podría decir que son obvias tales como vestirse, bañarse e incluso controlar esfínteres; es por eso, que un paciente con dicha enfermedad debe tener un acompañante permanente.

El alzhéimer es una enfermedad progresiva que encoge el cerebro. | Foto: Getty Images

Los padecimientos antes mencionados se podrían prevenir llevando un plan de alimentación sano y equilibrado en donde se reduzca a su máxima expresión la ingesta de procesados, ultraprocesados y alimentos cargados en grasas saturadas y azúcares; a su vez es fundamental realizar actividad física con frecuencia y dormir el número de horas adecuadas durante la noche, según la edad.

Entre los alimentos que no pueden faltar en la dieta para promover la buena salud del cerebro es el salmón. Cabe mencionar que este tipo de pescado se debe ingerir de dos a tres veces por semana. El portal de nutrición, salud y cuidado personal Benfumat menciona algunas de las propiedades de estas proteínas y de paso pone el énfasis en la importancia que tiene su consumo para el cerebro y el sistema nervioso.

“Los ácidos omega-3 ayudan a mejorar la memoria, y es que se ha demostrado que el consumo de este pescado disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades como el párkinson y el alzhéimer. Además, curiosamente estos ácidos combinados con las vitaminas A y D, cuidan el sistema nervioso y frenan los síntomas de envejecimiento. También se ha demostrado, que el salmón actúa como un antidepresivo natural”.

La dieta nórdica incluye una cantidad significativa de verduras, frutas y pescados como el salmón. | Foto: Getty Images