La memoria es una función determinante del Sistema Nervioso Central y clave en la vida de todo ser humano, pues permite registrar, conservar y evocar experiencias y vivencias.
Es un proceso de almacenamiento de información que luego permite recordar. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que hay diferentes tipos de memoria. La de corto plazo que capta información por unos pocos segundos o minutos y la de largo tiempo que conserva los datos por un período más largo.
La alimentación es clave para preservar la memoria y son diversos los nutrientes que pueden consumirse con miras a conservar esta función. Uno de ellos son los hongos. Diversos análisis científicos han determinado que este producto brinda diversos beneficios al organismo. Aunque hay diversidad de especies, en general, son saludables.
Además de su sabor, los análisis de la ciencia han permitido establecer que cuentan con múltiples vitaminas y minerales esenciales, por lo que se convierten en una opción favorable para incluir en la dieta, agregando beneficios a muchas recetas diferentes.
Hongo melena de león
Una de las especies recomendadas en el hongo melena de león, conocido científicamente como Hericium erinaceus, el cual, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Queensland en Australia, cuenta con un compuesto activo que estimula el crecimiento de los nervios y mejora la memoria.
Uno de los autores del estudio, publicado en el Diario de Neuroquímica, el profesor Frederic Meunier, citado por el portal Alimente, del diario El Confidencial, de España, aseguró que las pruebas preclínicas encontraron que este tipo de hongo tenía un impacto significativo en el crecimiento de las células cerebrales y en la mejora de la memoria.
“Las pruebas de laboratorio midieron los efectos neurotróficos de los compuestos aislados de Hericium erinaceus en células cerebrales cultivadas y, sorprendentemente, descubrimos que los compuestos activos promueven las proyecciones neuronales, extendiéndose y conectándose con otras neuronas”, precisó.
De igual forma, la publicación refiere al coautor de la investigación, Ramón Martínez-Mármol, quien aseguró que el descubrimiento tenía aplicaciones que podrían tratar y proteger contra los trastornos cognitivos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer.
Un artículo publicado en la revista Mejor con Salud, escrito por Daniela Echeverri Castro, destaca que este alimento posee dos compuestos activos: hericenonas y las erinacinas, que han sido estudiados por sus efectos en la salud cerebral. Cita una investigación divulgada en International Journal of Medicinal Mushrooms, según la cual se determinó que estas sustancias ayudan a estimular el crecimiento de las células cerebrales.
“Si bien faltan evidencias en humanos para corroborar tales efectos beneficiosos del hongo melena de león, por ahora los hallazgos son prometedores. A través de Phytotherapy Research se informó que los suplementos del mismo ayudaron a mejorar el funcionamiento mental en pacientes que tomaron tres gramos al día durante cuatro meses”, precisa.
Este producto se puede consumir de manera natural y en los países asiáticos se emplea tanto crudo como cocido y en forma de té o infusión. De igual manera, en Occidente se encuentra en forma de cápsulas, líquidos, tabletas y polvo. Sin embargo, las dosis varían y es necesario seguir las instrucciones del fabricante. No se recomienda exceder su consumo, pues esto eleva el riesgo de que se presenten reacciones indeseadas.
Vitaminas para la memoria
Además de la ingesta de alimentos como el mencionado hongo, algunas vitaminas son clave para fortalecer y cuidar la memoria. Las más importantes son:
- Vitamina C: No solo favorece el sistema inmune, también previene el deterioro cognitivo, según información del portal Cuerpo Mente, el cual cita un estudio realizado en la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón (Estados Unidos), el cual asegura que algunos receptores neuronales dejan de funcionar cuando escasea este nutriente. Esta vitamina también es clave para sintetizar el neurotransmisor dopamina, que controla el flujo de información desde diferentes áreas del cerebro.
- Vitamina B1: Esta vitamina protege la salud del cerebro. Un estudio de la Universidad de Oxford concluye que la ingesta de suplementos de tiamina puede mejorar la función cerebral de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Algunos de los alimentos ricos en tiamina son la levadura, las legumbres, la carne de cerdo, el arroz integral y los alimentos fortificados, como los cereales para el desayuno, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
- Vitamina K: Aunque este nutriente tiene como función principal la coagulación de la sangre, varios estudios han demostrado que tiene potencial para influir en el comportamiento psicomotor y en la cognición, precisa un artículo del diario El Español.
- Vitamina E: Debido a que el cerebro usa mucho oxígeno, es altamente susceptible al estrés oxidativo, dice Debbie Petitpain, MS, RDN, vocero de la Academia de Nutrición y Dietética, citado en un artículo del medio digital Business Insider. Dado que este nutriente puede prevenir el daño celular causado por el oxígeno, también es posible que ayude a evitar el deterioro cognitivo.
- Vitamina B12: Una de sus principales funciones es el mantenimiento del sistema nervioso central, retrasa la aparición de signos de demencia y mejora las funciones cerebrales y congnitivas. Se encuentra naturalmente en alimentos de origen animal, como pescado, carne, aves, huevos, leche y productos lácteos.