De la mano de la actividad física y los chequeos médicos con cierta periodicidad, la alimentación es un factor clave para el mantenimiento de la buena salud. La importancia de la dieta radica en que a partir de los ingredientes de las comidas es que el cuerpo obtiene los nutrientes que necesita el cuerpo para sus procesos internos día a día.
Para el funcionamiento del organismo, seis son los nutrientes esenciales, el agua, las grasas, las proteínas, los carbohidratos, las vitaminas y los minerales. Estos cumplen diversas tareas en el cuerpo, como la formación de los huesos y la estructura muscular, el fortalecimiento del sistema inmune, el metabolismo y contribuyen al bienestar emocional.
Entre las propiedades que se le confieren a algunos de los alimentos que hacen parte del menú diario es el efecto antiinflamatorio, lo que previene diferentes afecciones que pueden deteriorar la salud. Como explica la organización sin ánimo de lucro AARP, que vela por la protección de los adultos mayores, hay estudios que han determinado que la reducción de la inflamación puede ser favorable para el cuerpo.
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Esta guía médica aclara que la inflamación no solo es la hinchazón de una parte del cuerpo, sino que agrupa una serie de reacciones que tiene el organismo ante varios agentes. Por ejemplo, derivado de la gripe o las infecciones virales, es posible que las personas experimenten fiebre, y esta es una respuesta inflamatoria en defensa del cuerpo. Lo realmente problemático es que, a la larga, la inflamación puede afectar al conjunto celular del ser humano, como añaden desde Infosalus.
La experta en reumatología de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins University, Dana DiRenzo, consultada por el portal AARP, señaló que los altos niveles de inflamación pueden incrementar a su vez el peligro de desarrollar múltiples enfermedades.
¿Qué alimentos pueden prevenir la inflamación?
Pese a que la inflamación es una medida de protección que activa el cuerpo ante la exposición a virus, bacterias y diferentes condiciones que pueden afectar el organismo, también es necesario mantenerla bajo control para que, como dice el dicho, “el remedio no resulte peor que la enfermedad”.
La dieta es un factor que puede influir en ese objetivo. Se ha encontrado que en la composición nutricional de algunos alimentos se pueden obtener elementos con una acción antiinflamatoria, que frena el avance de esta condición en el cuerpo.
El agua es el líquido vital para el organismo y, por ende, su ingesta puede tener innumerables propiedades. Según señala el Manual MSD de salud, en su versión para el público general, este compuesto conforma hasta más de la mitad del peso corporal de una persona e interviene en una serie de procesos que tienen lugar en el interior.
De ahí que el consumo de agua sea fundamental para el cuidado de la salud, especialmente para compensar la pérdida de líquidos que se tiene durante el día a través de la orina, la sudoración o en condiciones que propicien la deshidratación, como la diarrea.
Pescado
El pescado es una proteína fuente de compuestos con cualidades bondadosas para el organismo, entre las que destacan los minerales esenciales como el fósforo, el zinc, el calcio, los cuales favorecen el buen estado físico del cuerpo.
Además, como resaltan desde el portal Saber Vivir Tv, el pescado aporta grasas saludables y ácidos omega 3, que tienen una acción positiva para el fortalecimiento del sistema inmune y previendo con ello la inflamación.
Jengibre
A esta raíz asiática se le han demostrado múltiples características que pueden emplearse con fines medicinales. La guía de alimentos del portal Cuerpo Mente detalla que el jengibre es fuente de vitaminas y minerales, pero también de otros principios activos propios como las sustancias fenólicas, gingeroles, y gingeronas. Son precisamente estos últimos componentes los que le otorgan su efecto antiinflamatorio.
Frutos secos
Los frutos secos tienen un efecto similar al pescado pues, según Mayo Clinic, también son ricos en ácidos grasos omega 3, lo que les confiere propiedades antiinflamatorias, previniendo así el daño que produce esta respuesta del sistema inmune.