El envejecimiento es una etapa natural de la vida por la que todas las personas atraviesan; sin embargo, muchos no están preparados para afrontar los cambios que pueden experimentar. Estos cambios, que pueden depender del estilo de vida de cada individuo, son comunes en la mayoría.

Según información recogida por el portal web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, es normal que el cuerpo pierda densidad ósea a medida que envejece, lo que se evidencia especialmente en las mujeres durante la menopausia, una etapa caracterizada por la pérdida de calcio en los huesos, entre otros minerales.

Pero no solo los huesos se ven afectados por estos cambios, sino los músculos y las articulaciones, volviéndose más frágiles y susceptibles a lesiones. Es importante destacar que el deterioro de las articulaciones puede provocar inflamación, dolor, rigidez y deformidades, afectando especialmente a las personas mayores.

Las arrugas son parte del envejecimiento natural de la piel. | Foto: Getty Images

El envejecimiento conlleva transformaciones tanto físicas como mentales, lo que subraya la importancia de adoptar buenos hábitos y un estilo de vida saludable para retrasar estos cambios. Actividades físicas regulares, una alimentación balanceada y suficiente descanso son fundamentales para prevenir el envejecimiento prematuro.

Alimentos que debe incluir en su dieta para retrasar el envejecimiento

Los expertos destacan que los antioxidantes se encuentran principalmente en alimentos como verduras y frutas, los cuales aportan múltiples beneficios al organismo. Según una publicación de la Fundación Española del Corazón, “los antioxidantes son compuestos sintetizados por las plantas en diversas partes, caracterizados por poseer grupos hidroxilos (OH) unidos entre sí por anillos bencénicos”.

Por su parte, la web Medical News Today identifica algunos antioxidantes clave, como las vitaminas A, C, E; la luteína; el manganeso; el selenio; el licopeno, y la zeaxantina.

Una alimentación sana y equilibrada es indispensable para tener el peso corporal adecuado y mantener los niveles de azúcar adecuados en la sangre. | Foto: Getty Images

Para incluir estos antioxidantes en la dieta diaria, se recomienda consumir alimentos como:

Acelgas: Rica en fibra, catequina, taninos y flavonoides, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Brócoli: Alto contenido mineral, potasio, hierro, calcio, magnesio, zinc y yodo, ideal para combatir problemas gastrointestinales.

Espinacas: Protege el estómago gracias a su contenido en vitaminas A, B, E y C, evitando úlceras gástricas.

Zanahoria: Rico en fósforo, mejora la memoria, aporta energía, favorece la digestión y reduce el dolor por cólicos.

Tomate: Principal fuente de antioxidantes, reduce el riesgo de enfermedades crónicas como cáncer de mama, próstata, pulmón y estómago.

Los arándanos son de los frutos más saludables para las arterias y para el corazón. | Foto: FlorianTM

Frutos rojos: Los frutos rojos no son solo atractivos por su intenso color, aroma y sabor, sino por los múltiples beneficios que traen a la salud humana. Por ejemplo, tienen un alto contenido en flavonoides y antioxidantes.

Omega-3: Actúa reduciendo la inflamación, controlando los niveles de colesterol, previniendo la aterosclerosis y protegiendo al organismo de enfermedades cardiovasculares y cerebrales, mejorando la memoria y la disposición. Está presente en atún, salmón, sardina, verdel, semillas de chía y de linaza, y aceites vegetales.

Polifenoles: Se encuentran principalmente en las plantas. Se cree que podrían mejorar la función cerebral, prevenir el envejecimiento precoz, algunas enfermedades crónicas y ciertos tipos de cáncer. Pueden encontrarse en los frutos rojos y secos, cereales integrales, cebolla, té verde, manzana, nueces, soya, tomate, uva morada y vino tino, según Tua Saúde.

Estos alimentos son esenciales para proteger al cuerpo de los radicales libres, combatiendo el envejecimiento celular y reduciendo el estrés oxidativo.