El hígado, uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, juega un papel fundamental en la desintoxicación y metabolización de sustancias, ayudando al organismo a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas, de acuerdo con MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Sin embargo, factores como una mala alimentación, consumo excesivo de bebidas alcohólicas, tabaquismo, alto consumo de grasas trans, alimentos con demasiada azúcar, comidas ultraprocesadas y enfermedades pueden dañarlo y comprometer su funcionamiento adecuado.

El hígado es el encargado de ayudar al estómago a digerir los alimentos, eliminar las toxinas y almacenar energía. | Foto: ©Sebastian Kaulitzki - stock.adobe.com

Por ello, es clave cuidar el bienestar del hígado por medio de hábitos saludables como el consumo frecuente de agua y el ejercicio físico. Asimismo, es importante tener una dieta balanceada, pues hay algunos alimentos que pueden provocar distintas afecciones hepáticas.

La revista Eat This Not That, reseñado por la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos (ASSCAT), indica que existen al menos cinco alimentos y sustancias que están presentes con frecuencia en la dieta y que, si no se consumen con moderación, pueden acabar afectando la salud del hígado.

Las bebidas azucaradas, por ejemplo, pueden ser un componente que afecte la salud de los pacientes si no se ingiere en cantidades adecuadas. Consumirla en exceso puede favorecer la aparición de trastornos como la obesidad, el sobrepeso, la diabetes y distintas enfermedades cardíacas. Además, puede afectar el buen funcionamiento del hígado.

De hecho, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática indica que el azúcar en exceso puede causar fibrosis del hígado, que se presenta cuando este órgano tiene una acumulación de tejido cicatricial debido a que sufre daños constantes y tiene que reparar células que se encuentran en mal estado.

El azúcar en exceso termina afectando varios sistemas del organismo. Foto: Getty Images. | Foto: Andrew Unangst

“El azúcar aumenta la producción de grasa en el hígado y puede provocar una enfermedad hepática, el desarrollo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico”, señala por su parte la Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos.

En ocasiones los productos industrializados tienen grandes cantidades de azúcar. Esto pasa en el caso de algunas galletas, gaseosas o golosinas de distintos tipos.

Pero el azúcar no es el único alimento que genera estas afectaciones en el organismo. La Fundación Mexicana para la Salud Hepática también sostiene que la comida chatarra puede afectar la salud hepática. Esto incluye alimentos como “las papas, los chicharrones y aderezos agregan sodio y grasas al cuerpo y esto puede producir alteraciones en el hígado”.

De otro lado, advierten sobre el consumo de las populares bebidas energéticas, que pueden resultar especialmente nocivas para el hígado.

El azúcar aumenta la producción de grasa en el hígado. | Foto: GettyImages

“Contienen enormes cantidades de cafeína, que pueden llegar a superar la que hay en 3 tazas de café, tomándolas en apenas minutos. Una auténtica bomba para nuestro organismo”, le dijo al medio Infosalus, Álvaro Vargas, un coach nutricional.

Asimismo, hay otros alimentos que pueden hacer que se acumulen altos niveles de grasa en el hígado. “Comer habitualmente chicharrón, manteca, salami, longaniza o chorizo puede causar hígado graso”, señala la Fundación Mexicana para la Salud Hepática.

Por último, esa organización recuerda que uno de los hábitos más nocivos y frecuentes para la salud de hígado es el consumo excesivo de alcohol. Y señala que “puede generar hepatitis o cirrosis”.

El consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud. | Foto: Getty Images

MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, advierte que aunque el hígado es capaz de descomponer el alcohol con éxito, una vez finaliza ese proceso pueden producirse otras sustancias que resultan especialmente dañinas para el cuerpo.

“Estas sustancias pueden dañar las células del hígado, provocar inflamación y debilitar las defensas naturales del cuerpo. Cuanto más alcohol usted bebe, más daña su hígado”, señala MedlinePlus.

Tanto es así que hay una enfermedad conocida como “hígado graso por alcohol”, que se presenta cuando las personas beben de forma desaforada. Se trata de una condición de salud previa a la hepatopatía alcohólica que, si no se controla, puede terminar en una hepatitis alcohólica o una cirrosis.

“Si decides tomar alcohol, hazlo con moderación”, recomienda finalmente la Fundación Mexicana para la Salud Hepática.