El colágeno es una proteína del cuerpo la cual mantiene unidas las estructuras de la piel, músculos, cartílagos, ligamentos, entre otros, y consumir alimentos con Vitamina C ayuda a que se genere un incremento en la producción de esta sustancia.
La doctora Lorea Bagazgoitia, en su libro ‘Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel’, asegura que el colágeno es responsable de la elasticidad y firmeza de la piel. Sin embargo, a medida que el tiempo avanza, el organismo disminuye la producción de colágeno, generando efectos colaterales en la piel como la disminución del brillo e hidratación natural.
Asimismo, la vitamina C mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico para proteger al cuerpo contra las enfermedades, según el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés).
De hecho, entre los alimentos que más se recomiendan para mejorar la producción del colágeno el libro menciona el pescado, los huevos, verduras, carnes rojas y frutos secos, al igual que otros que contengan omega 3.
Otros alimentos recomendados:
- Pollo
- Cítricos (naranjas y pomelos/toronjas)
- Bayas (fresas, frambuesas, arándanos y moras)
- Frutas tropicales (mango, kiwi, piña, melón y guayaba)
- Ajo
- Hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras de ensalada)
- Anacardos (conocido también como castaña de cajú)
- Tomates
Estos alimentos contribuyen a mantener un buen nivel de colágeno en el organismo, aunque los expertos resaltan que hay otros que generan justamente el efecto contrario, razón por la cual deberían evitarse en la dieta.
Por ejemplo, el exceso de azúcar y los carbohidratos refinados pueden causar inflamación y deteriorar el colágeno en el cuerpo, lo que también se ve reflejado en un deterioro en el estado de la piel, los huesos y los músculos.
Por su parte, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, la cantidad de vitamina C que necesita una persona por día depende de la edad.
Las cantidades promedio diarias de vitamina C, expresadas en miligramos (mg), que se recomiendan para las personas de diferentes edades son las siguientes:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años: 75 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 65 mg
- Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres): 75 mg
- Adolescentes embarazadas: 80 mg
- Mujeres embarazadas: 85 mg
- Adolescentes en período de lactancia 115: mg
- Mujeres en período de lactancia: 120 mg
Sin embargo, el instituto señaló que si la persona fuma, debe añadir 35 mg a los valores arriba indicados.
¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina C?
“Quienes ingieren escasa o ninguna cantidad de vitamina C (menos de 10 mg por día) durante varias semanas pueden contraer escorbuto. El escorbuto causa cansancio, inflamación de las encías, pequeñas manchas en la piel de color rojo o violeta, dolor en las articulaciones, mala cicatrización de las heridas, y vello ensortijado o en forma de “sacacorchos”. Otros síntomas de esta enfermedad incluyen depresión, inflamación y sangrado de las encías y aflojamiento o pérdida de dientes. Las personas que padecen escorbuto también pueden sufrir anemia. Sin tratamiento, el escorbuto es mortal”, explicó el Instituto Nacional de Salud.
Sin embargo, es importante llevar a la mesa productos que, además de contribuir con los propósitos estéticos, aporten variedad de sustancias que, a lo largo tiempo, traigan beneficios importantes para la salud.
Por su parte, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (Anibes), consumir frutas es fundamental para prevenir enfermedades, ya que estas contienen nutrientes esenciales para el organismo como fibra y minerales.