El zinc es un mineral indispensable para el cuerpo humano, entre otras razones porque fortalece el sistema inmune. Este elemento no es producido naturalmente por el organismo por lo que a pesar de requerirse en pequeñas cantidades es importante ingerir alimentos que lo contengan.

Su absorción puede intervenir positivamente en procesos orgánicos vinculados al crecimiento y el desarrollo.

El zinc favorece a la protección frente a infecciones, causadas por hongos, bacterias y virus, y combate las enfermedades generadas por estos mismos microorganismos.

De acuerdo al portal Aquilea, estos son los alimentos con más contenido de este mineral:

  • Hígado de vaca: brinda una media de 7,3 mg por cada 100 g de consumo. Adicionalmente, este alimento aporta vitamina B12, que favorece la generación de glóbulos rojos en la sangre.
  • Almejas: las almejas aportan un total de 7 mg por cada 100 g de ingesta. Todos los mariscos y moluscos contienen importantes cantidades de zinc. Además, cuentan con un gran número de ácidos grasos antioxidantes necesarios para reforzar las defensas.
  • Ostras: este molusco contienen ácidos grasos omega 3 y alrededor de 60 mg del mineral por cada 100 g, gracias a lo cual pueden fortalecer el sistema inmune.
  • Carne de vaca: la carne de vaca proporciona 6,2 mg por cada 100 g, y ayuda a la regeneración del tejido muscular gracias a su gran aporte en aminoácidos.
  • Pollo: el pollo o el pavo brindan unos 5 mg de zinc por cada 100g y, además, contienen vitamina B6, fundamental en la producción de los glóbulos blancos que se encargan de proteger el sistema inmunitario.
  • Levadura de cerveza: este producto contiene valores importantes en vitaminas y minerales. El zinc está presente en 5 mg de cada 100 g.

La cantidad diaria de zinc que necesita cada individuo varía acorde a la edad. En promedio, estas son las cantidades sugeridas: bebés hasta los seis meses de edad, dos miligramos (mg); bebés de siete a 12 meses, tres mg; niños de uno a tres años, tres mg; niños de cuatro a ocho años, cinco mg; niños de nueve a 13 años de edad, ocho mg; adolescentes (varones) de 14 a 18 años , 11 mg; adolescentes (niñas) de 14 a 18 años, nueve mg; adultos (hombres), 11 mg; adultos (mujeres), ocho mg; adolescentes embarazadas, 12 mg; mujeres embarazadas, 11 mg; adolescentes en período de lactancia, 13 mg, y mujeres en período de lactancia, 12 mg.

Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) explican que hay diferentes tipos de personas a las que se les dificulta obtener las cantidades de zinc. En primer, lugar hace mención a las personas que se han practicado una cirugía gastrointestinal o las que sufren trastornos digestivos, como colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn. “Estas enfermedades pueden reducir la cantidad de zinc que absorbe el cuerpo e incrementar la pérdida de zinc en la orina”, dice.

Los vegetarianos son otro ejemplo, pues no ingieren carne, una buena fuente de zinc. “Además, los fríjoles y los cereales que suelen comer poseen ingredientes que impiden que el cuerpo absorba el zinc de forma completa. Por este motivo, los vegetarianos deberían consumir un 50 % más de zinc que las cantidades recomendadas”, señala la entidad de los NIH.