Es sábado por la tarde y está por comenzar el partido de fútbol más importante de la fecha. Suena el timbre y llega de sorpresa su grupo de amigos, vestidos con la camiseta del equipo de la ciudad. El problema es que no hay nada de comida preparada y un domicilio se tarda mucho. ¿La solución?, productos congelados que hay en la nevera.
Actualmente, en el mercado marcas como Zenú tienen una gran variedad de productos congelados: empanadas, papas delgadas y en cascos, palitos con salchicha, deditos de queso y de chocolate, nuggets y palitos de pollo apanados, que además de ser prácticos y sabrosos, aportan nutrientes a niños y adultos.
Lo mejor de estos productos es que únicamente deben ser puestos en el airfryer, horno convencional o la olla freidora por el tiempo que señala las instrucciones del empaque y en cuestión de minutos se tiene lista una mesa llena de pasabocas. La clave es seguir las recomendaciones de tiempo y de manipulación que vienen en los empaques, para evitar perder la calidad o el sabor de los mismos.
Sin embargo, existen muchos mitos alrededor de los congelados: que no tienen los mismos nutrientes, que pueden dañarse rápidamente o que no tienen buen sabor, lo cierto es que distintas organizaciones de la salud señalan que, mientras se mantengan almacenados de manera correcta y se conserve la cadena de frío, son completamente seguros para el consumo humano.
“La congelación es uno de los mejores medios de conservación de los alimentos que el ser humano ha usado a través de su historia, ya que no intervienen agentes físicos o químicos invasivos que modifiquen algunas de sus características”, destacó Gustavo Adolfo Zapata, jefe de Investigación y Desarrollo en Industrias de Alimentos Zenú.
En este sentido, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, agregó que “los alimentos que se congelan y cuecen en forma adecuada son seguros”, de igual manera, “los alimentos que se manipulan y almacenan adecuadamente en el congelador a -18° C permanecerán seguros”.
Asimismo, la FDA indicó que el congelamiento de la comida no reduce sus nutrientes, de hecho, hay pocos cambios en el valor proteico de los alimentos durante este periodo; sin embargo, la entidad aconseja “colocar los alimentos que requieren refrigeración en la nevera tan pronto como lleguen a casa”.
Por otra parte, dentro de las ventajas de este tipo de alimentos está que suelen conservarse durante mucho tiempo, ya que las bajas temperaturas evitan que se esparzan bacterias en la comida y que se echen a perder. El portal Food Safety explicó que la duración de los alimentos congelados depende de varios factores, aunque la mayoría pueden estar entre 6 y 12 meses en el congelador, sin que presenten ningún riesgo para el consumo.
Aunque es importante revisar constantemente la temperatura del congelador, para verificar que se encuentre por debajo de los 0º C y el alimento conserve sus propiedades; de igual manera, se debe verificar la fecha de vencimiento y evitar consumirlo después de ese momento.
“Bajar la temperatura de un alimento adecuadamente para conservarlo hace que sus características sensoriales sean percibidas como frescas en la mayoría de casos y las nutricionales se mantengan en largos periodos de tiempo sin necesidad de consumirlo inmediatamente”, agregó Zapata.
Por último, algo que inquieta a las personas son las quemaduras por congelamiento, una característica que no indica que los alimentos no sean seguros, explicaron desde la FDA, y si se dan por congelamiento es un asunto de la calidad de los alimentos, no de su seguridad.
*Contenido elaborado con apoyo de Zenú.