La alimentación es clave para mantener unas condiciones de vida saludables, pues cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad corre el riesgo de desarrollar enfermedades, muchas de ellas crónicas.

Los malos hábitos alimenticios y la vida sedentaria hacen que miles de personas en el mundo presenten estas condiciones que son consideradas una enfermedad por el riesgo que implican. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el planeta más de 2,8 millones de personas por problemas relacionados con estas dos afecciones.

La ingesta de frutas, verduras, cereales y proteínas magras son la principal recomendación de los especialistas con el fin de mantener una buena salud y de paso evitar los kilos de más. Además, es importante reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, con altos niveles de grasas y azúcares.

Por esta razón, expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard sugieren que la mitad de lo que un consumidor ingiera cada día debe ser frutas y vegetales, un cuarto del plato debe estar compuesto por granos integrales y el cuarto restante debe estar representado en proteínas como pescado, pollo, legumbres y nueces.

Para los expertos también es clave tener en cuenta lo que se consume en la noche, pues hay alimentos que por sus características y propiedades pueden incidir de manera negativa en el control del peso. Algunos de los que deberían evitarse antes de ir a dormir son los siguientes.

1. Pizza. Si bien se trata de un alimento muy agradable, no es muy recomendado para comer en la noche debido a que es muy rico en carbohidratos y grasas, algo que puede causar pesadez y dificultar la digestión, según información del diario digital El Debate, de España.

2. Chocolate negro. Si bien en torno al chocolate se han realizado gran cantidad de estudios que encuentran posturas contradictorias, el portal Consalud, de España, cita la posición del nutricionista Bety Opyt, quien asegura que las personas no deberían irse a dormir con una dosis estimulante de azúcar. “Tomar azúcar de absorción rápida justo antes de dormir es perfecto para almacenar grasa”, explica el especialista.

3. Pan. Los expertos no recomiendan consumir mucho pan en la cena, ya que hay personas especialmente sensibles a la ingesta de carbohidratos, no los asimilan de manera adecuada y, si se consumen en exceso, esta se acumulan en forma de triglicéridos en el tejido adiposo. También es clave tener claridad sobre el tipo de pan que se consume.

4. Picante. Según Consalud, los alimentos picantes, al igual que aquellos ricos en grasa pueden causar que el esfínter esofágico inferior se relaje, provocando que los ácidos que se forman en el vientre se muevan y dificulten el sueño. Cuando una persona no duerme bien es posible que su metabolismo también se afecte incidiendo en procesos como la quema de grasa.

5. Vino tinto. Lo mismo que sucede con el chocolate, el alcohol genera que la persona se despierte frecuentemente durante la noche y descanse menos ya que se reduce la fase REM, en la que el cuerpo se recupera.

“Cuanto más alcohol se tome antes de dormir, más pronunciados serán estos efectos negativos, por lo que se recomienda limitar el consumo de bebidas alcohólicas a una o dos copas diarias, y siempre de cuatro a seis horas antes de acostarse”, precisa Consalud.

6. Carne roja. Organismos como la OMS recomiendan consumir este tipo de carne como máximo dos veces a la semana e ingerirla preferiblemente en el día. Debido a su elevado contenido en proteínas es complicada de digerir, lo que genera afectaciones en el sueño, la digestión y de manera consecuente en el metabolismo, incidiendo en el peso.

Además, las grasas saturadas que contiene reducen la serotonina, hormona reguladora del estado de ánimo y el sueño, entre otras funciones, precisa el portal Saber Vivir, de España.