Para prevenir la formación de llagas o placas bucales, hay ciertos alimentos que hay que evitar.

Si bien no hay alimentos que obligatoriamente causen llagas, sí se considera que determinados productos aumentan la probabilidad de tener complicaciones bucales. Sea por su textura, sabor o alguna otra razón, Mejor con Salud recomienda evitarlos para no padecer de estas incomodidades.

El punto de partida es conocer el significado de las llagas. También llamadas aftas o úlceras bucales, son lesiones presentadas en la zona de la boca, un lugar característico por la humedad. Cuando la mucosa de la boca se debilita, el propio organismo a modo de respuesta, genera placas o protuberancias de color blanco. Estas pueden ser pequeñas o grandes; el tamaño es relativo. Lo único claro y sin excepción es que generan dolores y afectaciones insoportables.

Lo peor de las aftas es que causan dolor, el cual afecta al comer o hablar. | Foto: John Sommer

La disminución de mucosa puede darse por varias razones. A medido se asocia a una irritación provocada por los dientes afilados, aparatos dentales, consumo de alimentos muy calientes y tabaco. Cabe señalar que si una persona por accidente se corta, la probabilidad que se forme una afta será alta. En ese orden de ideas, no hay que descuidar la boca, debido a que varias causas le darán entrada libre a las llagas.

Las úlceras afectan el tejido que recubre las paredes de la boca, tanto a nivel externo como interno. Es decir, ataca la membrana mucosa. Inicialmente, aparentan ser una lesión vesicular pequeña, pero a medida que aumenta su dolor aumenta.

El lado positivo es que tienden a eliminarse naturalmente en un lapso de dos semanas. Sin embargo, el malestar que ocasionan es indeseado, impidiendo la correcta comunicación verbal con el resto y siendo un dolor de cabeza para comer. Al inicio son machas rojas que progresivamente adquieren un color blanco o grisáceo. No tienen mucha profundidad, por lo que no almacena líquido ni pus.

Aparte del dolor, hay un aumento de la sensibilidad, a tal punto que empezará a arder en cualquier momento. Si es paciente afectado experimenta fiebre, inflamación de ganglios linfáticos o tos, ahí ya se habla de una infección. Anteriormente se mencionaron algunas causas de esta condición, pero no son las únicas. Hay otras que le dan vida a las llagas, aunque con una probabilidad menor:

  • Estrés emocional.
  • Cambios hormonales.
  • Enfermedades del sistema inmune.
  • Alergias alimentarias.
  • Ciertos alimentos.
  • Reacción ante un virus o bacteria.
  • Antecedentes familiares,
  • Lesión bucal ocasionada por malos cuidados dentales o aparatos de ortodoncia gestionados incorrectamente.
  • Mala higiene bucal.
El alcohol es uno de los productos que aumentan la probabilidad de padecer aftas. | Foto: Getty Images

Entre las causas enumeradas, está el consumo de determinados alimentos, ¿Cuáles son? Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela indica que unos de los productos negativos para la boca son las bebidas alcohólicas y la cafeína, debido a que son dos productos que no cuentan con los micro y macro nutrientes correspondientes para fortalecer la cavidad oral.

Las frutas ácidas también son otros alimentos que comprometen a la boca. Según National Center for Biotechnology Information, estos productos irritan el revestimiento inflamado oral. Por lo tanto, causan más dolor y debilitan el tejido mucoso cuando hay presencia de llagas. Entre las frutas, se destacan las piñas, naranjas, limones, limas, uvas y fresas.

Las frutas ácidas fortalecen las llagas de la boca. | Foto: Getty Images

Los tomates y sus derivados también se caracterizan por tener un nivel de acidez alto. Por lo cual, no se aconseja su consumo hasta que las lesiones de la boca hayan cicatrizado. Ingerirlos puede empeorar la irritación y el dolor en las mucosas de la boca. Incluso, puede incidir en la aparición de nuevas llagas.

Por otro lado, el chocolate contiene un alcaloide llamado obromida que tiende a causar sensibilidad en la boca de algunas personas. Su consumo detona la aparición de aftas en la lengua y en la parte interna de las mejillas.