La alimentación es la gran base para la salud física. Y es que lo que se consume en forma de comida o bebida es la principal fuente de vitaminas, minerales u otros nutrientes esenciales que son de gran provecho para que se desarrollen las actividades del día a día, así como para que los procedimientos metabólicos internos ocurran con normalidad.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, indica la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, algunas sustancias no solamente sirven para evitar enfermedades o sufrir de algunos trastornos, sino que también son de gran utilidad al momento de reaccionar ante desastres naturales, tal como es el caso de los temblores.
Y es que los sismos suelen causar estrés, ansiedad o miedo en las personas que quedan en medio de ellos. Por ese motivo, es de gran relevancia poder comer bien para tener calma y recuperar el equilibrio.
Algunos productos que pueden ayudar en esos casos son frutas como el banano o verduras como las espinacas, que son fuentes de nutrientes como el potasio, la vitamina B6 o el magnesio, elementos que ayudan a regular la presión arterial, la relajación muscular y el bienestar mental. Con tales aspectos en orden, se organiza el estado de ánimo.
Lo mismo ocurre con concentraciones de proteínas como el pollo, el atún o los huevos, los cuales tienen altos niveles de triptófano, el cual es un aminoácido que estimula la producción de la serotonina, que es un neurotransmisor que regula el humor y crea sensación de alegría.
Asimismo, el chocolate negro es abundante en cacao y permite que se produzcan más endorfinas, que causan una sensación de felicidad o emoción.
Las infusiones de hierbas tienen propiedades relajantes y los carbohidratos complejos como la avena o el arroz permiten que se estabilicen los niveles de azúcar en la sangre, que da paso a una sensación de saciedad (física) y calma (emocional).
¿Por qué se siente mareado después de un fuerte temblor?
De acuerdo con los expertos, es normal que después de este tipo de fenómenos naturales se presenten las siguientes afecciones:
- Sensación de movimiento del suelo, pese a que este no es real.
- Percepción de que su cuerpo se mueve de manera involuntaria.
- En algunos casos, deseos de vomitar, cabeza pesada y vértigo.
El efecto del temblor, aunque breve, puede resultar incómodo y molesto para quienes lo experimentan, e incluso puede prolongarse en poblaciones que tienden a sufrir de ansiedad. Según el centro especializado en terapia de balance y compensación del sistema nervioso, ‘Balance Estibular Rehab’, “las personas que experimentan niveles de ansiedad diarios y estrés posterior al temblor son más propensas a experimentar síntomas más intensos de mareos”.
Esto se debe a que un movimiento sísmico representa una situación de amenaza intensa, lo que activa una respuesta de alerta en el cuerpo. Por lo tanto, las personas más sensibles son las que pueden experimentar las consecuencias físicas del temblor de manera más pronunciada.
De acuerdo con la revista de divulgación científica de la Universidad de San Luis Potosí en México, el síndrome de mareos post temblor se produce en el sistema vestibular, que se encuentra en el oído interno y es responsable del equilibrio corporal.
La exposición al movimiento sísmico puede desequilibrar el oído interno, lo que resulta en una discrepancia en la información enviada por ambos oídos. Esta discrepancia es lo que causa la sensación de mareo y vértigo, según afirma la revista.