Una de las enfermedades más comunes que provocan huesos débiles y quebradizos es la osteoporosis. Esta enfermedad degenerativa afecta a hombres y mujeres de todas las razas, pero según Mayo Clinic, las mujeres blancas y asiáticas, en especial, las mujeres mayores posmenopáusicas, son las que corren mayor riesgo de contraer esta enfermedad.

Por lo general, la osteoporosis, aparte de debilitar los huesos, se pueden presentar otros síntomas como dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada; pérdida de estatura con el tiempo; una postura encorvada; pérdida de masa ósea; y un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado.

Cabe mencionar que los huesos están en un constante estado de renovación, pues con el paso del tiempo se desarrollan huesos nuevos y se descomponen huesos viejos. De este modo, cuando se es joven, el desarrollo de los huesos suele ser más rápido que la descomposición de estos en el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta. Pero después de los 20 años, el proceso se hace más lento y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a los 30 años.

Entre los factores que aumentan el riesgo de esta enfermedad, estado la edad, el sexo, antecedentes familiares, cambios hormonales, problemas de tiroides, el uso de ciertos medicamentos, un estilo de vida sedentario, hábitos poco saludables como fumar y beber alcohol en exceso, y una dieta baja en calcio.

En cuanto a este último factor de riesgo, existen alimentos que específicamente debilitan los riesgos y pueden ocasionar osteoporosis y otras enfermedades degenerativas. El Diario Libre de Santo Domingo detalla algunos de ellos:

  • Alimentos con abundante sal: de acuerdo con Bone Health & Osteoporosis Foundation (BHOF), el consumo de estos alimentos hacen que el cuerpo pierda calcio e incluso puede conducir a la pérdida ósea, por lo que se recomienda no consumir más de 2.300 mg de sodio al día.
  • Carnes rojas: para este caso, las dietas latas en proteínas como las carnes rojas hacen que el organismo pierda calcio, de modo que se debilitan los huesos con mayor facilidad.
  • Alcohol: al consumir altas cantidades de alcohol es probable que se pierda la masa ósea, haya una mayor incidencia en las fracturas y se dé un retraso en la curación de dichas lesiones.