Una de las enfermedades intestinales más comunes en diferentes partes del mundo que existen es el estreñimiento, la cual se caracteriza por hacer muy lento el tránsito intestinal, lo cual ocasiona que un individuo evacúe tres o menos veces a la semana. Situación contraria a la diarrea.
Según sea el caso, puede presentarse de forma aguda o crónica. Dentro de los principales síntomas son la presencia de heces grumosas y duras, hacer fuerza para evacuar, sentir una obstrucción en el recto, entre otras cosas más. De hecho, los riesgos de padecerla se incrementan en un adulto mayor, por ser del sexo femenino y ante la inactividad física.
La alimentación cumple un papel determinante para mejorar la digestión y el tránsito intestinal y, de esta forma, evitar el estreñimiento. Consumir suficiente cantidad de fibra, verduras, frutas y cereales integrales es clave para que el sistema digestivo funcione bien.
El portal Cocina Vital, enlistó los alimentos que son ricos en fibra, los cuales deberán ser incluidos en la dieta de forma paulatina para prevenir distensión abdominal, gases u otros problemas que puedan afectar considerablemente el buen desarrollo del estómago y el sistema digestivo.
Lista de alimentos altos en fibra
Verduras, legumbres y frutos secos:
- Acelga, lechugas, espinacas y zanahorias crudas.
- Champiñones, espárragos y calabaza.
- Papas, brócoli y ejotes.
- Legumbres como lentejas, frijoles negros, chícharos, habas y garbanzos.
- Nueces, semillas de girasol, almendras y pistaches.
Frutas:
- Plátanos manzanas, kiwis y peras.
- Mandarinas, ciruelas, higos y otras frutas deshidratadas.
Granos:
- Cereales como avena, salvado y trigo.
- Pan de grano integral.
- Arroz integral.
- Quínoa.
- Pastas de trigo integral.
Estos alimentos se deben consumir de forma moderada, un exceso puede llegar a ser perjudicial para la salud. Asimismo, un especialista en el tema los debe autorizar si se van a ingerir por primera vez.
Por su parte, de acuerdo con el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases “el aparato digestivo está formado por el tracto gastrointestinal, también llamado tracto digestivo, y el hígado, el páncreas y la vesícula biliar”.
“El tracto gastrointestinal es una serie de órganos huecos unidos en un tubo largo y retorcido que va desde la boca hasta el ano. Los órganos huecos que componen el tracto gastrointestinal son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. El hígado, el páncreas y la vesícula biliar son los órganos sólidos del aparato digestivo”, explica.
Luego, agregó que “el intestino delgado tiene tres partes. La primera parte se llama duodeno. El yeyuno está en el medio y el íleon está al final. El intestino grueso incluye el apéndice, el ciego, el colon y el recto. El apéndice es una bolsita con forma de dedo unida al ciego. El ciego es la primera parte del intestino grueso. El colon es el siguiente. El recto es el final del intestino grueso”.
Además, expone cómo es el funcionamiento del sistema digestivo: “cada parte del aparato digestivo ayuda a transportar los alimentos y líquidos a través del tracto gastrointestinal, a descomponer químicamente los alimentos y líquidos en partes más pequeñas, o ambas cosas”, sentenció.
“Una vez que los alimentos han sido descompuestos químicamente en partes lo suficientemente pequeñas, el cuerpo puede absorber y transportar los nutrientes adonde se necesitan. El intestino grueso absorbe agua y los productos de desecho de la digestión se convierten en heces. Los nervios y las hormonas ayudan a controlar el proceso digestivo”, finaliza.
Entre las afecciones que puede aparecer, dicho portal expone un listado de enfermedades: intolerancia a la lactosa, control intestinal, gas en el tubo digestivo, diarrea, enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, diverticulosis y diverticulitis; reflujo gástrico (RGE y ERGE) en adultos y síndrome de intestino irritable.