La vitamina C, conocida como ácido ascórbico, en el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres que son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés).
Además, el cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas.
Asimismo, la vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.
De hecho, todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C, pero los alimentos que son ricos en vitamina C y no son cítricos son, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos:
- Brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
- Pimientos rojos y verdes.
- Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja.
- Papa o patata blanca y la dulce (camote).
- Tomates y su jugo.
- Calabaza.
De igual forma, existen tipos de suplementos dietéticos de vitamina C, pues la mayoría de los multivitamínicos la contienen. Además, esta vitamina se consigue sola, como suplemento dietético, o combinada con otros nutrientes.
Asimismo, el NIH indicó que, en general, la vitamina C presente en los suplementos dietéticos se encuentra en forma de ácido ascórbico, pero algunos de ellos contienen otras formas, como ascorbato de sodio, ascorbato de calcio, otros ascorbatos minerales y ácido ascórbico con bioflavonoides.
Respecto a las cantidades diarias, los NIH indicaron que depende de la edad y el sexo, pero en promedio las recomendaciones son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años: 75 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 65 mg
- Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres): 75 mg
- Adolescentes embarazadas: 80 mg
- Mujeres embarazadas: 85 mg
- Adolescentes en período de lactancia 115: mg
- Mujeres en período de lactancia: 120 mg
Sin embargo, el instituto señaló que si la persona fuma, debe añadir 35 mg a los valores arriba indicados.
¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina C?
Quienes ingieren escasa o ninguna cantidad de vitamina C (menos de 10 mg por día) durante varias semanas pueden contraer escorbuto que escorbuto causa cansancio, inflamación de las encías, pequeñas manchas en la piel de color rojo o violeta, dolor en las articulaciones, mala cicatrización de las heridas, y vello ensortijado o en forma de “sacacorchos”.
Otros síntomas de esta enfermedad incluyen depresión, inflamación y sangrado de las encías y aflojamiento o pérdida de dientes.
De hecho, las personas que padecen escorbuto también pueden sufrir anemia y sin tratamiento, el escorbuto es mortal.
Adicional, Medline Plus, reveló que otros síntomas que indican poca cantidad de vitamina C son: disminución de la capacidad para combatir infecciones; disminución de la velocidad de cicatrización de las heridas; cabello seco con puntas partidas; tendencia a la formación de hematomas; sangrados nasales; posible aumento de peso debido al metabolismo lento; piel áspera, reseca y descamativa o dolor e inflamación de las articulaciones.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que la deficiencia de vitamina C es más probable en personas que:
- Tienen ciertas afecciones gastrointestinales o ciertos tipos de cáncer.
- Tienen una dieta limitada que no incluye frutas y verduras regularmente.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.