Sudar es la segregación de un líquido natural transparente que, en el mundo de la medicina y el análisis del cuerpo, se le conoce como el proceso en el que el organismo busca mantenerse fresco. Sin embargo, hay quienes no se sienten bien con la transpiración —como también se le conoce—, ya que tiende a notarse mucho ante de los demás y, en algunos casos, es imparable.

El cuerpo necesita transpirar, pero hay niveles en los que las glándulas sudoríparas se descontrolan y no cesan. De acuerdo con información recopilada por el portal web de la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos, Medlineplus, por lo general, el sudor se presenta en zonas específicas como axilas, manos y pies. Además, la cantidad de sudor que alguien tiene depende del número de glándulas que obtiene.

Según Sanitas, el sudor se puede extender por toda la superficie de la piel, cuando las temperaturas a las que una persona se expone son altas. De hecho, se ha llegado a conocer casos de sujetos en los que la transpiración les juega una mala pasada, pues su cantidad es demasiada y el olor no es para nada agradable.

Debido a que para algunos es necesario controlar la sudoración de su cuerpo y a pesar de que podría tratarse de un tema genético o del ambiente, la alimentación tendría algo que ver.

Proceso que ocurre en el cuerpo y se podría dar por la alimentación. Foto: Getty Images | Foto: © Marina Jefferson

En ese sentido, existen alternativas alimenticias que disminuyen o controlan los altos niveles de transpiración del cuerpo, como:

1. Suplementos de calcio y magnesio: el sitio web mexicano de Cocina Fácil indica que a estos minerales se les conoce por bajar los niveles de estrés. Es por ello que el factor de la disminución de la tensión física o emocional podría tener relación con la sudoración pues, según los conocedores del tema, la transpiración suele aparecer por angustia, estrés o miedo. Así, ingerir calcio o magnesio es ideal para mitigar la sudoración.

Entre los alimentos ricos en calcio se encuentran quesos, avellanas, almendras, garbanzos, leche de vaca, acelgas, lentejas y sardinas en aceite. Por otro lado, los alimentos con magnesio son maíz, chocolate, pan integral, dátiles, pasta, espinacas, galletas, patatas y conejo, según la Clínica de la Universidad de Navarra.

2. Complejo de vitamina B: las vitaminas de tipo B son reconocidas por actuar de forma favorable en el organismo. Con respecto a la transpiración, reducen la actividad de las glándulas sudoríparas, es así como los expertos recomiendan comer productos que contengan este tipo de nutrientes.

Entre los alimentos ricos en complejo B figuran frutos secos, pescado, mantequilla, hígado, sardinas, salmón, plátano, pistacho, semillas de girasol, lentejas, leche de vaca y aguacate, explica Bedoyecta.

Entre los alimentos ricos en complejo B figuran frutos secos, pescado, mantequilla, hígado, sardinas, salmón, plátano, pistacho, semillas de girasol, lentejas, leche de vaca y aguacate, explica Bedoyecta. | Foto: Getty Images

3. Infusiones de hierbas: melisa, pasiflora y manzanilla tienen propiedades capaces de ayudar a detener la sudoración excesiva.

De otra parte, así como existen alternativas alimenticias para tratar la transpiración, hay una serie de productos que, en la medida de lo posible, se deberían evitar para no aumentar la aparición de sudoración excesiva, como:

  • Alimentos picantes: al igual que el alcohol, los productos que tienen picante aumentan la sensación de temperatura corporal. Por ejemplo, el ají tiene capsaicina, que se cataloga como un irritante, el cual activa las glándulas sudoríparas.
Cuando se consume alcohol con el estómago vació es posible que la persona pierda la conciencia más rápido. | Foto: Getty Images
  • Alimentos grasos: Productos grasos y procesados también generan mayor sudoración. Carnes, embutidos, frituras, lácteos y quesos curados dificultan la digestión. El aparato digestivo reduce su actividad con las comidas copiosas y los alimentos ricos en grasas, con lo que el organismo tiene que esforzarse más para completar el proceso digestivo. En consecuencia, la temperatura corporal aumenta y la persona puede sudar más. Por esta razón, la recomendación es consumir comidas ligeras y bajas en fritos.