El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores, de acuerdo con el Rady Children’s Hospital-San Diego.
El sistema inmunitario defiende el cuerpo contra sustancias que considera dañinas o extrañas. Estas sustancias se llaman antígenos. Pueden ser gérmenes como bacterias y virus, o sustancias químicas o toxinas. También pueden ser células dañadas por el cáncer o quemaduras solares.
Cuando el sistema inmunitario reconoce un antígeno, lo ataca. A esto se le llama respuesta inmune. Parte de esta respuesta es producir anticuerpos, que son proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos. El cuerpo también produce otras células para combatir el antígeno, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Luego, el sistema inmunitario recuerda el antígeno. Si vuelve a reconocerlo, puede identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos. Gracias a esto, en la mayoría de los casos las personas no se enferman. A esta protección contra una determinada enfermedad se le conoce como inmunidad.
Por tal razón, para ayudarle al cuerpo a fortalecer el sistema inmune es indispensable consumir alimentos que contengan vitaminas y minerales, pues estos contribuyen en buena medida a prevenir enfermedades y fortalecer las defensas del cuerpo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La primera recomendación del portal Cuerpo Mente es consumir Vitamina A. Existen dos tipos diferentes de vitamina A. El primer tipo, la vitamina A preformada, se encuentra en la carne vacuna, carne de ave, pescado y productos lácteos. El segundo tipo, la provitamina A, se encuentra en frutas, verduras y otros productos de origen vegetal. El tipo más común de provitamina A presente en los alimentos y los suplementos dietéticos es el betacaroteno, según el Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés).
La otra recomendación es la Vitamina C, ya que ayuda al sistema inmune a defenderse de infecciones y brindan propiedades antioxidantes que protegen las células y los tejidos de tu cuerpo. Por ejemplo, las frutas cítricas como naranjas y pomelos/toronjas y sus jugos, así como pimientos rojos y verdes y kiwi, son ricos en vitamina C. Otras frutas y verduras, como brócoli, fresas, melón, papas horneadas y tomates también contienen vitamina C.
La otra sugerencia del portal es la Vitamina E, pues actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres, de acuerdo con el NIH. Dicha vitamina está presente en los aceites vegetales como los de germen de trigo, girasol, cártamo, los aceites de maíz y soja, los frutos secos como maníes, avellanas y, en especial, almendras y las semillas como las semillas de girasol y las hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli.
La cuarta recomendación es la Vitamina D, porque esta vitamina es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan. No obstante, son muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural, pero los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.
Los alimentos recomendados por el portal son: los champiñones; el coliflor y el ajo. También, es ideal consumir pescados y mariscos pues son considerados fuente principal de ácidos grasos como omega 3 y de proteínas que favorecen el buen funcionamiento del sistema inmune.
Síntomas de un sistema inmune debilitado
La Clínica San Felipe reveló que cuando el sistema inmunológico está debilitado pueden aparecer signos como:
1. Infecciones y/o resfríos recurrentes.
2. Alergias.
3. Enfermedades simples, que duran más de lo normal, demoran en curarse o se agravan.
4. Fiebre frecuente.
5. Ojos secos.
6. Cansancio habitual.
7. Náuseas y vómitos.
8. Diarreas.
9. Manchas en la piel.
10. Caída del cabello.