La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores y es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que los primeros signos de la enfermedad incluyen dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes y, a medida que la enfermedad avanza, los problemas de memoria empeoran y se desarrollan otros síntomas, pues las personas pueden no reconocer a sus familiares y pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Además, pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello.
Asimismo, más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa y, finalmente, necesitan cuidados totales.
De hecho, Medline Plus, señala que el Alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece, pero el riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Ahora, es importante señalar que aún no existe alguna estrategia probada para la prevención del Alzheimer, pero existe evidencia sólida de que los hábitos saludables del estilo de vida, como llevar una buena alimentación, hacer ejercicio y no fumar, pueden tener un efecto en la reducción del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.
Por ello, el portal Hogar Salud reveló los diez alimentos que ayudan a prevenir la enfermedad:
1. Frutas y verduras: Estas aportan vitaminas y minerales y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir por lo menos 400 g diarios para obtener sus beneficios para la salud y nutricionales.
2. Cítricos: Se caracterizan por aportar vitaminas como la C, ácido fólico y vitamina A y minerales como el potasio.
3. Pescados azules: Son ricos en ácidos grasos omega 3.
4. Carne roja: La revista de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. señaló que la carne roja magra (sin grasa), consumida con moderación, es una gran fuente de proteínas, hierro, vitamina B12 y zinc, pero demasiada carne roja puede ser perjudicial para la salud.
5. Frutos secos: Son alimentos ricos principalmente en grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, y reciben su nombre por el hecho de que contienen poca agua en su composición. Además, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que aportan grasas buenas, fibra, proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como el selenio, el magnesio y el zinc.
6. Aceite de oliva: Protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular provocados por el envejecimiento.
7. Especias: Son antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas.
8. Café: La cafeína, una de las bebidas más populares del mundo, estimula o excita el cerebro y el sistema nervioso.
9. Chocolate: Los flavanoles de los granos de cacao tienen efectos antioxidantes.
10. Vitaminas: Existen 13 vitaminas esenciales y todas cumplen una función importante en el cuerpo.
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, como ya se mencionó los hábitos saludables del estilo de vida pueden retrasar la aparición de la enfermedad y algunas recomendaciones son:
- Hacer ejercicio en forma regular. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Seguir las pautas de tratamiento para controlar la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto.
- Dejar de fumar, si se hace.