La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo las tareas más sencillas, de acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos.

“El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer”, explicó Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Asimismo, añadió: “con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados”.

De igual forma, la biblioteca indicó que el Alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece, pero hay más posibilidades de padecer la afección si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que los primeros signos y síntomas de demencia de Alzheimer son:

  • Deterioro de la memoria, como por ejemplo, dificultad para recordar eventos.
  • Dificultad para concentrarse, planificar o resolver problemas.
  • Problemas para completar tareas diarias en el hogar o en el trabajo.
  • Confusión con respecto a los lugares o el paso del tiempo.

Adicional, el portal Salud180 reveló que la enfermedad también se podría detectar a través de los ojos, pues citó un estudio de la revista Ophthalmology Retina, que dice que “la pérdida de vasos sanguíneos en la retina podría ser señal de esta enfermedad”.

“Los participantes con Alzheimer mostraron una disminución significativa de plexo capilar superficial (SCP) en la densidad de vasos y la densidad de perfusión (PD) en el anillo de 3 mm”, explica el estudio.

Además, agrega que “los cambios en la microvasculatura retiniana pueden reflejar cambios cerebrovasculares de vasos pequeños en la enfermedad”.

Por su parte, la biblioteca reveló hábitos saludables que pueden ayudar a proteger los ojos y a reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer, aunque el Alzheimer es una enfermedad que no se puede prevenir, pero se pueden modificar un número de factores de riesgo como:

1. Comer una dieta saludable y equilibrada: La dieta debe incluir bastantes frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes. Comer pescado rico en ácidos grasos omega-3, como el salmón, el atún y el fletán (halibut).

2. Hacer ejercicio regularmente: Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

3. Dejar de fumar, si se hace.

De todos modos, es importante señalar que ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren y ayudan a las personas con enfermedad de Alzheimer a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo.