Cuidar el cerebro es esencial para el funcionamiento consciente del cuerpo, pues existen enfermedades incurables como el alzhéimer, la cual se caracteriza por la degeneración de células situadas en el cerebro que provocan la pérdida de la memoria, desorientación espacial y otros factores, los cuales atacan directamente a este órgano.
La mente es un gran contenedor de información y su bienestar es la prioridad para el ser humano porque con esta se desarrollan las capacidades, conocimientos e interacciones con el mundo exterior. A pesar de que una enfermedad mental como el alzhéimer no tiene solución, hay formas de prevenirla y fortalecer la capacidad mental activa por medio de actividades que catalizan el estrés, el cansancio y ayudan al cuerpo.
Desde luego, el aprendizaje es una capacidad que, con el pasar de los años, puede incrementar o disminuir. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Haifa, en Israel, tomar una pequeña siesta de no más de veinte minutos luego de una comida no tan abundante puede contribuir al aprendizaje y así conservar la memoria.
En concordancia, en la búsqueda de conservar la memoria con hábitos encaminados a la prevención del alzhéimer, según un estudio de la Universidad de California, la jardinería es una muy buena opción para mitigar esta enfermedad; llevar a cabo esta actividad puede contribuir en aproximadamente la mitad del porcentaje de una enfermedad mental. Además, al cultivar y crear una huerta se está combatiendo el estrés, la tensión arterial y la obesidad.
Estar en movimiento y realizar ejercicio es otra muy buena opción, pues, en el estudio de esta misma universidad, el cual fue publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, se pudo comprobar que al bailar o danzar se puede prevenir el riesgo de tener alzhéimer en casi 50 %. Cabe mencionar que el baile sirve como forma de expresión y estilo de vida activo, se recomienda considerar el baile como una manera de ejercicio diario y ayuda cardiovascular.
Desde otra perspectiva, la Sociedad American de Alzhéimer considera que aprender otro idioma es una alternativa excelente para prevenir enfermedades mentales, en especial el alzhéimer; aprender otro idioma implica constancia y exigencia en el cerebro para conectar lo que se piensa con lo que se quiere comunicar, expresar y hablar, por lo tanto, ser bilingüe, no solo fortalece la mente sino que fortalece las relaciones sociales.
La música, más allá de brindar una melodía acorde e interpretada, puede desempeñar un papel fundamental para la memoria, ya que al aprender a tocar un instrumento musical se previenen fallas cognitivas. La música es un estimulante y, para muchos, escucharla permite tener mayor concentración al momento de estudiar, trabajar o llevar a cabo actividades personales.
Algo esencial para la vida es leer y escribir, y tener un diario de notas o apuntes puede servir para cuidar la mente; al escribir las personas son creativas y la imaginación vuela de la manera que produce nuevas historias. Un estudio de la Universidad de Carolina, en Estados Unidos, concluyó que leer y buscar nuevas palabras, sin importar la edad, producen experiencias de aprendizaje en que se aumenta el vocabulario de manera sorprendente, es decir que no entender una palabra no es sinónimo de olvidar, más bien, esto se convierte en una oportunidad de aprendizaje.
Una última recomendación tiene que ver con la meditación ya que es normal sentirse sobrecargados luego de un largo y agitado día. Con la meditación, la concentración se estimula y mantiene, lo que hace que todo el cuerpo e incluso el entorno se conecte con la mente para llegar a un estado de tranquilidad y confort, además de reforzar las neuronas.