La actividad física tiene múltiples beneficios para el organismo. Ayuda a mantener un peso saludable y a disminuir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes, enfermedad cardiovascular, etc. Asimismo, contribuye al fortalecimiento de los huesos y los músculos.
Adicionalmente, el ejercicio es beneficioso para el cerebro. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada la práctica clínica, la educación y la investigación, “los estudios demuestran que las personas que son físicamente activas son menos propensas a presentar un deterioro de la función mental y tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. La actividad física es uno de los factores de riesgo modificables conocidos para la demencia”.
Realizar actividad física regular ayuda a combatir otros factores de riesgo del Alzheimer como la depresión y la obesidad, agrega la entidad sin ánimo de lucro.
Mayo Clinic señala que hacer media a una hora de ejercicio varias veces a la semana puede ayudar a obtener los siguientes resultados:
- En el caso de las personas que padecen la enfermedad ayuda a mejorar la memoria, el razonamiento, el juicio y la capacidad de pensamiento.
- Ayuda a retrasar el inicio o el avance de la enfermedad en personas que tienen un alto riesgo de desarrollarla.
- En las personas que no tienen alzheimer, ayuda a conservar la capacidad de pensamiento, razonamiento y aprendizaje.
- Contribuye al aumento del tamaño del área del cerebro relacionada con la construcción de memoria, el cual es el hipocampo.
¿Cómo mantener una memoria saludable?
No existen fórmulas ni herramientas mágicas que garanticen que no se pueda perder la memoria o desarrollar una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer. No obstante, Mayo Clinic menciona siete recomendaciones para tener en cuenta en la rutina diaria.
1. Actividad mental: es importante mantener la mente en forma, como también se hace con el cuerpo. Tomar diferentes rutas para ir a un lugar, aprender un instrumento musical o un deporte son algunas.
2. Relaciones sociales: una buena forma alternativa para esto es establecer vínculos. Aprovechar los espacios en los que se puede hablar e interactuar ayuda a disminuir la depresión y el estrés, los cuales son dos factores que pueden contribuir a la pérdida de memoria.
3. Organización: el desorden contribuye a olvidar las cosas. Cuando la casa, el cuarto y otros espacios están desordenados, hay más posibilidades de no recordar dónde se dejaron ubicados los objetos. Una solución para esto es anotar los asuntos pendientes, las tareas, los compromisos, la lista de compra o utilizar una agenda electrónica. Se debe destinar un lugar exclusivo para las cosas que más se necesiten a diario, como las llaves, la sombrilla y la cartera.
4. Descanso: el sueño es importante para todo el bienestar del organismo y también para la memoria. Dormir ayuda a consolidar los recuerdos. Además, ayuda al cuerpo a estar fresco, concentrado y con energía.
5. Alimentación: una dieta balanceada es esencial para el bienestar integral del organismo. Es importante comer frutas, verduras, proteínas bajas en grasas y tomar al menos ocho vasos de agua al día para mantenerse hidratado. La entidad sin ánimo de lucro menciona que lo recomendable es limitar el consumo de alcohol, debido a que puede causar confusión y pérdida de la memoria.
6. Actividad física: “el ejercicio aumenta la presión sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. Esto puede ayudar a mantener una memoria cuidada”, señala la entidad.
7. Tratamiento de las enfermedades: es importante prestarle atención al estado de salud. Si se tiene alguna condición médica como diabetes, colesterol alto, presión alta u otras enfermedades, se debe consultar al médico y seguir sus instrucciones. La medicación, en algunos casos, puede causar impactos en la memoria.