La enfermedad de Alzheimer de inicio temprano (también llamada de aparición temprana) es una forma de demencia poco común que afecta a personas menores de 65 años, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, explicó que aproximadamente del 5 % al 6 % de las personas con enfermedad de Alzheimer presentan síntomas antes de los 65 años.

Normalmente el Alzheimer precoz aparece entre los 40 y 50 años. | Foto: Derek Berwin. 2014

Asimismo, indicó que la mayoría de las personas con Alzheimer de inicio temprano desarrollan los síntomas de la enfermedad cuando tienen entre 30 y 60 años.

Por ello, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló los síntomas a lo que hay que prestar atención son:

  • Alteraciones de la vista, como dificultad para enfocar una imagen completa.
  • Dificultad de percepción y profundidad.
  • Dificultad para reconocer rostros y personas.
  • Disminución de la capacidad de comunicación verbal o escrita.
  • Dificultad para aprender nuevas tareas.
  • Olvidar acontecimientos de la vida diaria, como si comió o no.
  • Fallas en la memoria frecuente, como salir de casa y olvidar el camino hacia dónde iba.
  • Confusión mental, como no saber dónde se encuentra o qué iba a hacer en ese lugar.
  • Guardar objetos en lugares inadecuados, como el teléfono en el refrigerador.
  • Permanecer en silencio por largos períodos de tiempo a la mitad de una conversación.
  • Insomnio, dificultad para dormir o despertares nocturnos.
  • Dificultad para realizar cuentas sencillas, como 3 x 4, o pensar con lógica.
  • Pérdida de movimientos, como dificultad para levantarse solo.
La causa del Alzheimer precoz no se conoce totalmente. | Foto: Getty Images
  • Angustia y depresión, como tristeza que no pasa y ganas de aislarse.
  • Hipersexualidad, pudiendo haber masturbación en público o conversaciones inapropiadas.
  • Irritabilidad en exceso por no recordar ciertas cosas o no entender determinada situación.
  • Agresividad, como golpear a familiares y amigos, aventar cosas contra la pared o suelo.
  • Apatía, como si nada tuviera importancia”.

Causas del Alzheimer de inicio temprano

Según Mayo Clinic, los expertos no saben con seguridad por qué algunas personas presentan la enfermedad a una edad más temprana que otras, pero con menor frecuencia, la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano puede ser el resultado de mutaciones en tres genes (APP, PSEN1 o PSEN2), que pueden heredarse entre los miembros de la familia.

El tratamiento de Alzheimer precoz debe ser orientado por un neurólogo. | Foto: Copyright Dazeley

Ahora bien, es importante señalar que la enfermedad de Alzheimer es una afección que no se puede prevenir. Sin embargo, se pueden modificar varios factores de riesgo en el estilo de vida y algunas recomendaciones de la entidad sin ánimo de lucro son:

1. Realizar ejercicio con regularidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que las personas deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.

2. Llevar una alimentación de frutas y verduras frescas, aceites saludables y alimentos bajos en grasas saturadas, como la dieta mediterránea.

3. Dormir bien: no dormir lo suficiente se ha relacionado con la pérdida de memoria, al igual que el sueño intranquilo y las alteraciones frecuentes del sueño. Por ello, es importante señalar que estas son las horas que debe dormir una persona:

  • Bebés de 4 a 12 meses: de 12 a 16 horas, incluidas las siestas.
  • De 1 a 2 años: de 11 a 14 horas, incluidas las siestas.
  • De 3 a 5 años: de 10 a 13 horas, incluidas las siestas.
  • De 6 a 12 años: de 9 a 12 horas.
  • De 13 a 18 años: de 8 a 10 horas.
  • Adultos: 7 horas por noche o más.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.