No existen métodos que garanticen que no se tenga Alzheimer. Por eso, los médicos insisten en la importancia de tener una vida sana, la cual contribuye positivamente a esto. “No obstante, existe evidencia sólida de que los hábitos saludables del estilo de vida, como llevar una buena alimentación, hacer ejercicio y no fumar, pueden tener un efecto en la reducción del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia”, explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Actividad física
Las investigaciones muestran que los individuos que son físicamente activos son menos propensos a tener un deterioro de la función mental. Asimismo, tienen un menor riesgo de padecer Alzheimer.
La Organización Mundial de la Salud explica que para ejercitarse no es obligatorio acudir a un centro deportivo. “Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos”.
Alimentación sana
La dieta mediterránea es una opción saludable para alimentarse y mantener un cerebro sano, contribuyendo a la prevención de enfermedades como Alzheimer. Este tipo de alimentación se caracteriza por disminuir los niveles elevados de colesterol y de glucosa en la sangre.
Antes de iniciarla, es recomendable consultar a un médico y a un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada y obtener un plan de alimentación enfocado en esta dieta, pero teniendo en cuenta las necesidades nutricionales individuales.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la dieta mediterránea puede ayudar a mantener un cerebro sano.
En este tipo de alimentación:
- Las comidas son a base de vegetales, con pequeñas cantidades de carne de res y carne de pollo.
- Hay más porciones de granos enteros, frutas, verduras, nueces y legumbres.
- Alimentos naturales con contenido alto de fibra.
- Gran consumo de pescado y otros mariscos.
- El aceite de oliva es la fuente principal de grasa para la preparación de las comidas.
- Los alimentos son preparados de manera simple, sin agregar salsas o jugos.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) brindan algunas recomendaciones para una dieta saludable:
- Comer diversos alimentos: es importante aprovechar los nutrientes de diferentes tipos de alimentos como verduras, frutas, cereales integrales, fríjoles, nueces, semillas, carnes magras, mariscos, huevos, leche, yogur y queso.
- Disminuir el sodio: de acuerdo con los NIH, se debe limitar el consumo de alimentos bajos en minerales y vitaminas.
- Menos azúcar: consumir alimentos con poca o cero cantidad de azúcar agregada.
- Comer fibra: los expertos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos recomiendan aumentar gradualmente el consumo de fibra para que el organismo se acostumbre.
- Grasas insaturadas: se deben reemplazar las grasas saturadas por las insaturadas. Utilizar aceite de oliva o canola y eliminar de la dieta la mantequilla.
Hábitos saludables
Un estilo de vida saludable es importante para mantener un cerebro sano. Mayo Clinic señala algunos consejos para mantenerlo con buena salud:
- No fumar. En caso de que sea difícil, se puede buscar ayuda profesional.
- Controlar los factores de riesgo cardiovascular, como lo es la hipertensión y el colesterol elevado.
- Tener una alimentación balanceada. Para recibir una asesoría profesional adecuada se puede acudir a un nutricionista. Se deben incluir principalmente fuentes proteicas con ácidos grasos omega-3.
- Ejercitarse regularmente.
- Mantener un peso saludable.
- Cuidar la salud mental.
- Evitar lesiones de la cabeza.
- Estar pendiente a afecciones relacionadas con la audición, especialmente la pérdida auditiva.
- Moderar el consumo de alcohol.