La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas y afecta con mayor frecuencia a niños entre la edad preescolar y mediados de la adolescencia, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
De hecho, señaló que la causa de la mayoría de los casos de amigdalitis es la infección con un virus frecuente, pero las infecciones bacterianas también pueden provocar amigdalitis.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó en su portal que los síntomas de amigdalitis incluyen:
- Dolor de garganta, que puede ser grave.
- Amígdalas rojas e hinchadas.
- Dificultad para tragar.
- Glándulas inflamadas en el cuello.
- Fiebre.
- Mal aliento.
Adicional, la entidad sin ánimo de lucro indicó que las amígdalas son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca. Esta función puede hacer que las amígdalas se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y la inflamación. No obstante, la función del sistema inmunitario de las amígdalas disminuye después de la pubertad (un factor que podría ser la causa de los casos pocos frecuentes de amigdalitis en adultos).
Por tal razón, el portal de salud Medical Mews Today reveló remedios naturales para tratar la amigdalitis en casa y la primera recomendación es tomar suficientes líquidos calientes como sopas o tés. También sugirió ingerir alimentos fríos como helados, agua fría o hielos.
Asimismo, es ideal evitar los alimentos duros como tostadas o galletas.
Sobre la misma línea es bueno hacer gárgaras con sal y para prepararlas se debe mezclar 1/2 cucharadita (2,5 ml) de sal de mesa en 8 onzas (237 ml) de agua tibia.
Adicional, la entidad sin ánimo de lucro recomendó usar un humidificador de aire frío para eliminar el aire seco que pueda aumentar el dolor de garganta.
De igual forma, otras sugerencias de Mayo Clinic para tratar la afección son:
- Descansar. Dormir mucho hará que la garganta no se use y se descanse la voz.
- Considerar las pastillas o los caramelos duros. Cualquiera de los dos puede aliviar el dolor de garganta, pero no se le deben suministrar a niños de menos de cuatro años, ya que podrían atragantarse.
- Evitar los agentes irritantes. Evitar el humo de cigarrillo y los productos de limpieza que puedan irritar la garganta.
- Quedarse en casa hasta curarse. Esto puede ayudar a proteger a los demás de contraer un resfriado u otro virus.
De todos modos, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras formas de evitar el virus son:
- Lavarse las manos cuidadosamente y con frecuencia, especialmente después de ir al baño, antes de comer, y después de toser o estornudar.
- No compartir comida, vasos o cubiertos.
- Toser o estornudar en un pañuelo desechable y botarlo a la basura. Si fuera necesario, estornudar con la boca en el codo.
- Usar desinfectante para manos con base de alcohol como una alternativa a lavarse las manos cuando no se tenga acceso a agua y jabón.
- Evitar tocar los teléfonos públicos o los bebederos con la boca.
- Limpiar con frecuencia los teléfonos, los controles remotos de la televisión y los teclados de la computadora con un producto limpiador con desinfectante. Cuando se viaje, limpiar los teléfonos y controles remotos en el cuarto del hotel.
- Evitar tener contacto cercano con personas que estén enfermas.