La anemia es una afección que se desarrolla cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos. Si una persona enfrenta este padecimiento, su cuerpo no obtiene suficiente cantidad de sangre rica en oxígeno, por lo que es posible que se sienta cansada o débil, precisa el National Heart, Lung and Blood Institute.
De igual forma, es posible que el paciente experimente dificultad para respirar, mareos, dolores de cabeza o latidos cardíacos irregulares.
Esta enfermedad puede presentarse de manera leve o crónica. En el primer caso es posible que se desarrolle en cualquier persona. Puede ocurrir repentinamente o con el paso del tiempo, y ser causado por la dieta, los medicamentos que se toman u otra afección médica.
Pero también es un padecimiento que en ocasiones es crónico, lo que significa que dura mucho tiempo y es posible que nunca desaparezca por completo. Algunos tipos de anemia se heredan. El tipo más común es la que se presenta por deficiencia de hierro.
Los especialistas aseguran que hay personas que tienen mayor riesgo de padecer anemia, incluidas las mujeres durante sus períodos menstruales y el embarazo. También quienes no obtienen suficiente hierro o ciertas vitaminas y aquellos que consumen ciertos medicamentos o tratamientos.
La anemia también puede ser un signo de una afección más grave, como sangrado en el estómago, inflamación por una infección, enfermedad renal, cáncer o enfermedades autoinmunes. Dado que la falta de hierro es una de las principales causas de esta afección, consumir una alimentación adecuada ayudará a prevenirla.
Fríjoles, contra la anemia
Uno de los productos clave en la dieta para evitar su desarrollo son los fríjoles. Estos alimentos y, en general, las legumbres son ricos en proteína vegetal, fibra, vitaminas del grupo B, hierro, ácido fólico, calcio, potasio, fósforo y zinc. La mayoría de los fríjoles también tienen pocas grasas, según MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Según información de la revista Mejor con Salud, escrita por Okairy Zuñiga, media taza de fríjoles aportaría al menos 10 % del mínimo de hierro recomendado diariamente, lo que los convierte en uno de los mejores alimentos para obtener este mineral. De todas las opciones, los negros son los que mayor aporte de hierro tienen, ya que una taza brindaría el 25 % del mínimo que una persona requiere al día.
La lenteja es otra opción. Una porción contribuye con más de un tercio de lo que se necesita el cuerpo al día en este mineral. Para mejorar la absorción del mismo, lo recomendable es consumir de manera conjunta alimentos ricos en vitamina C, como pimientos, tomates o verduras y frutas, en general.
¿Cómo prevenirla?
El portal Cinfasalud de España hace algunas recomendaciones puntuales de lo que se debe tener en cuenta para prevenir esta enfermedad.
- Comer variado: Una dieta con todos los grupos de alimentos la segura al organismo tener la cantidad suficiente de hierro, porque sólo entre un 10 y 15 % del que está presente en los alimentos es absorbido por el intestino. El hierro se encuentra en alimentos como la carne de res, almejas y mejillones; nueces, pistachos, almendras, sésamo, berros, acelgas y espinacas; lentejas, garbanzos y guisantes, además de trigo, pan y arroz.
- Cítricos en la dieta: Zumos de naranja o mandarina, así como brócoli, kiwi y melón son apropiados y mejoran la absorción de hierro.
- Vitamina B12: La deficiencia de esta vitamina puede causar anemia. Se puede encontrar en la carne vacuna, aves, pescado, huevos, lácteos y cualquier alimento enriquecido con ella. Los vegetarianos deben consumir casi el doble de hierro en su día a día frente una persona que no lo es.
- Embarazo y lactancia: Las necesidades nutricionales de hierro se duplican en el embarazo, por lo que las mujeres en este estado deben seguir una dieta rica en hierro, vitamina C y ácido fólico.
- Evitar el autodiagnóstico: Cuando una persona se siente débil y cree que puede tener anemia, debe acudir al médico en lugar de comenzar a tomar suplementos alimenticios o vitaminas por cuenta propia, pues se puede arriesgar a presentar una intoxicación por hierro.