Las líneas de expresión, la falta de elasticidad y hasta la poca hidratación en la piel son signos que normalmente evidencian el paso de los años en el cuerpo y particularmente en la cara.

Sin embargo, puede haber factores que generen que estas mismas señales se registren a temprana edad, incidiendo de forma negativa en la apariencia de la piel.

Con los años, la división celular se hace más lenta, lo que provoca que disminuya la cantidad de colágeno y humedad en la piel, dando paso a las temidas arrugas o líneas de expresión, explica la marca especializada en productos de belleza Garnier.

Según los expertos, a partir de los 20 años se debe empezar con tratamientos especí­ficos y con las rutinas de limpieza que marcarán el aspecto de la piel con el tiempo. A medida que la persona crece, la piel cambia progresivamente, por lo que dependiendo de la edad y los síntomas que se evidencien, se necesitará de unos u otros productos para combatir los signos de la edad, recuperar tersura, elasticidad y firmeza.

Existen algunos productos que pueden ayudar a contrarrestar estos signos y a evitar el llamado envejecimiento prematuro. Uno de ellos es el anís, planta aromática que tiene cualidades sedantes, como señala un trabajo realizado por investigadores de la Universidad de Nacional de San Cristóbal de Huamanga, en Perú, citado por el portal Mejor con Salud.

Relajarse es indispensable para que los músculos del rostro no se contraigan y, por tanto, cesen las líneas de expresión. Por ello, se considera que el anís es útil. Se le reconoce también por contener aceites esenciales como el cineol y el linalol, anetol, estragol, taninos, pectina y vitaminas A, del grupo B y C.

Según esta investigación, esta planta contiene antioxidantes. Además, favorece la producción de colágeno, una molécula que garantiza que la piel esté lisa y tersa, como muestra otra investigación efectuada por profesionales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en México.

El anís puede usarse en forma de mascarilla para rejuvenecer la piel. Para prepararla se requiere de cuatro cucharadas de semillas de anís y una taza de agua caliente.

Se pone el agua al fuego hasta que llegue al punto de ebullición. Lo ideal es que, después de esto, el agua repose en una taza durante unos instantes, según Mejor con Salud. A continuación se añade el anís al agua y se deja por unos minutos y luego se cubre la taza para que la preparación no pierda sus propiedades producto de la evaporación.

Cuando se enfríe la infusión, ya estará lista para usarla. Se puede aplicar directamente con los dedos o con un algodón. No es necesario enjuagar la cara luego de la aplicación, aunque si la persona desea retirarla luego de un tiempo, lo puede hacer. Se puede dejar actuar en la noche.

Adicionalmente, el anís tiene propiedades antiespasmódicas, que pueden ayudar a mejorar ciertos problemas estomacales. Tomar su infusión tiene una doble función. Por un lado, alivia el dolor de estómago y, por otro, actúa sobre su origen cuando se trata de una molestia nerviosa, gracias a su efecto relajante.

Otros remedios antienvejecimiento

Los productos naturales son apetecidos para tratar de prevenir y mejorar los signos de la edad en la piel. Según el portal Gastrolab, productos como el ginkgo biloba, la cola de caballo, la caléndula, el té blanco, el extracto de granada y el aloe vera ayudan de forma natural a mejorar esas líneas de expresión que aparecen con los años.

El primero funciona como un estimulante y antioxidante que regula las hormonas del cuerpo, es por esto que es conocida como “la planta de la juventud”. Es una de las bebidas más ricas en antioxidantes que causan las arrugas y otros signos del envejecimiento.

La infusión de cola de caballo, por su parte, mejora la capacidad de regeneración de la piel, además de aumentar la elasticidad. El uso de caléndula le da a la piel una sensación más tersa y brillante, en especial después de largos periodos de exposición al sol, así como los malos hábitos para dormir. Contiene una gran cantidad de antioxidantes y es considerada como uno de los mejores hidratantes para la piel. Su infusión debe ser usada de forma directa sobre la piel.

El nivel de antioxidantes en el té blanco ayuda a la regeneración de las células de la piel, estimulando la producción de elastina y colágeno para prevenir la aparición de las arrugas en edades tempranas, mientras que el extracto de granada es ideal para pieles sensibles.

Por último, el aloe vera es una de las plantas con mayores cantidades de colágeno e incluso puede motivar la producción natural del mismo en el cuerpo, así como la elastina.