La ansiedad es un sentimiento que genera sensaciones de miedo, temor o preocupación. Puede hacer que la persona sude, se sienta inquieta, tensa y que sus palpitaciones se aceleren. Puede ser una reacción normal al estrés, por ejemplo.
Sin embargo, en ocasiones, esta emoción humana puede permanecer por más tiempo de lo usual y, cuando esto sucede, es posible que interfiera tanto en la vida diaria, como en la nocturna. “Para las personas con trastornos de ansiedad, el miedo no es temporal y puede ser una situación abrumadora”, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
La ansiedad puede manifestarse de diversas formas y cada persona la experimenta diferente. Puede haber sensación de nerviosismo, intranquilidad o preocupación, problemas para concentrarse, inconvenientes para conciliar el sueño o permanecer dormido, y hasta temas gastrointestinales.
También hay pacientes que pueden experimentar ataques de pánico, un episodio de temor extremo que puede llegar acompañado de una sensación de fatalidad, ritmo cardíaco acelerado y dolor en el pecho, dificultad para respirar, así como estrechez de garganta, sudores, escalofríos, sofocos y mareos o aturdimiento.
Si bien los episodios de ansiedad se pueden presentar en cualquier momento, cada vez es más común que las personas los experimenten en la noche. “Diferentes ensayos clínicos han determinado que la privación del sueño puede ser un desencadenante de la ansiedad. Históricamente, las investigaciones también sugieren que los trastornos de ansiedad están relacionados con la reducción de la calidad de sueño”, precisa el portal Healthline.
La fuente indica que los problemas del sueño y la ansiedad parecen acompañarse mutuamente. La falta de sueño puede ser un desencadenante de la ansiedad, mientras que esta también puede ocasionar falta de sueño.
La Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión (ADAA) indica que más del 50 % de los adultos dice que sus niveles de ansiedad afectan su capacidad de dormir durante la noche. Por esta razón, tomar acciones que permitan manejar la ansiedad nocturna y, de paso, resolver los problemas del sueño es clave para mejorar la calidad de vida.
Uno de los primeros pasos que se deben dar es tratar de identificar cuál es la causa que genera esta problemática, asegura el portal Psicología y Mente, pues de esta manera se podrá empezar a actuar para encontrarle solución. El exceso de trabajo, el estudio y los problemas personales, económicos o emocionales pueden ser detonantes de esta situación.
De igual manera, es importante hacer ejercicio, pues no solo trae beneficios físicos, sino psicológicos. “Los estudios demuestran que la práctica deportiva mejora el estado de ánimo porque ayuda a liberar neuroquímicos como la serotonina o las endorfinas, que nos hacen sentir bien”, asegura Psicología y Mente.
La actividad física ayuda a aminorar el estrés y la ansiedad, pues reduce la presencia de cortisol en el organismo.
Otro aspecto clave es alimentarse bien, pues es una de las mejores formas de prevenir el insomnio. La alimentación debe cuidarse especialmente por la noche, dado que las comidas pesadas pueden provocar dificultades para conciliar el sueño y, por tanto, ansiedad nocturna, dicen los expertos.
La meditación también puede ayudar. La evidencia científica sugiere que una sesión de meditación puede ser beneficiosa para reducir la ansiedad. Meditar justo antes de ir a la cama puede ser una buena forma de reducir este padecimiento a la hora de dormir.
Psicoterapia
Sin embargo, cuando la persona no puede manejar la situación por sí misma, y teniendo en cuenta aspectos como los anteriores, lo mejor es recurrir a las psicoterapias y una de ellas es la terapia cognitivo-conductual. Esta última estimula el cambio de patrones de pensamiento para mejorar el comportamiento y estado de ánimo. Según la ADAA, empezar a ver resultados puede tomar entre 12 y 16 semanas.
En ocasiones, dicen los expertos, la psicoterapia por sí sola no es suficiente y por ello es necesario recurrir a los medicamentos, los cuales pueden complementar el manejo que dan los especialistas con la terapia.
También es importante tratar las afecciones subyacentes, pues hay personas que enfrentan padecimientos que pueden causar síntomas de ansiedad. Por ejemplo, enfermedad cardíaca, hipertiroidismo, diabetes, dolor crónico, síndrome del intestino irritable y algunos tumores cerebrales pueden incidir en esta problemática.
Por último, la medicina alternativa puede ser de apoyo para tratar los problemas de ansiedad que se presentan en la noche. “La investigación sobre la medicina herbal y botánica para la ansiedad es mucho más limitada que la medicina tradicional. Sin embargo, una revisión sistemática de 2010 determinó que tanto los suplementos nutricionales como de hierbas pueden ser terapias valiosas para la ansiedad”, precisa Healthline.