Sin duda, el huevo es uno de los alimentos más completos que hay en el mundo. Se ha usado por muchos años como un alimento fundamental para el crecimiento de los niños, en preparaciones gourmet, en pasabocas para ocasiones especiales, complemento de varias recetas de pastelería e incluso como ingrediente principal de mascarillas y remedios caseros para el cabello y la piel.
Sin embargo, muchos ignoran sus grandes virtudes que lo hacen el aliado ideal para prevenir el envejecimiento. Justo en su membrana, debajo de la cáscara, hay una fuente enorme de ácido hialurónico y colágeno.
En contexto, el colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo. “Es una proteína fabricada por unas células llamadas fibroblastos y está presente en todos los animales y también en el cuerpo humano”, indica Rocío Escalante, farmacéutica y experta en dermofarmacia.
Además, el colágeno se encarga de unir los tejidos conectivos (ligamentos, músculos, tendones, piel, huesos, órganos, tejido hematológico y adiposo y cartílagos ). De esta manera, actuaría como un elemento de sostén que permite mantener unido el conjunto del cuerpo y a su vez del rostro, según el portal Cuídate Plus.
Por su parte, el ácido hialurónico es una cadena de carbohidratos complejos. Se forma en la superficie interna de la membrana de las células del cuerpo y después se distribuye a través de los poros celulares. Su efecto actúa contrarrestando el envejecimiento de la piel, previniendo así las arrugas. Además, incrementa la creación de colágeno y fibroblastos, según el portal TopDoctors.
Además, el ácido hialurónico es uno de los más conocidos por sus usos en estética, pero es también muy bueno para ayudar a la cicatrización en heridas, quemaduras y úlceras. Es muy importante en prevención y tratamiento de artrosis o patologías degenerativas articulares.
El origen del ácido hialurónico comercial no es sintético, ya que no se puede sintetizar. Se obtiene dos formas: a través de bioingeniería, por una fermentación bacteriana de ácido úrico o mediante fuentes naturales animales como la aleta de tiburón, la cresta de gallo y el cordón umbilical.
Por fortuna, existe otra forma de obtener ácido hialurónico casero de un alimento que nunca falta en los hogares: el huevo.
Extracción del ácido hialurónico casero
- Cascar el huevo y depositar en un bol la clara y la yema (se puede guardar en la nevera para futuras tortillas), y con mucho cuidado se debe ir quitando la membrana interior de la cáscara.
- Se debe dejar la membrana del huevo en un plato, una encima de la otra.
- Dejar que se seque todo un día, tapado, en un lugar donde no le dé el calor ni la humedad.
- Ahora, echar en un recipiente de cristal, bien limpio, esterilizado y seco, y cubrir con aguardiente (de unos 40 º). Cerrar bien el envase y guardarlo en un lugar seco y oscuro.
- Dejar macerar de dos a tres semanas y agitar todos los días.
- Pasado este tiempo, filtrar y envasar en un bote de vidrio con cuentagotas.
De esta forma se obtendrá un extracto alcohólico de la membrana del huevo,
Recomendación: guardar este extracto en la nevera para que se conserve por más tiempo.
Dosis y usos:
Hay dos tipos de ácido hialurónico: el ácido hialurónico de alto peso molecular (penetra mucho en la piel, es capaz de rellenar arrugas profundas desde el interior y patas de gallo) o de bajo peso molecular (penetra menos en la piel, tiene un buen efecto alisador de arrugas).
Este es el único aspecto negativo, por lo general, la dosificación será de 0,5 % a 5% del total del preparado.