El edema, comúnmente conocido como retención de líquidos, es un problema que atienden con frecuencia los médicos en sus consultorios. MedlinePlus, un servicio de información en línea provisto por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica que “la acumulación anormal de líquidos en tobillos, pies y piernas puede causar hinchazón”.
Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que los signos más comunes de esta afección son: hinchazón o inflamación del tejido que está directamente debajo de la piel, especialmente en las piernas o en los brazos, piel estirada o brillante, piel que retiene un hoyuelo (fóvea) después de presionarla durante varios segundos y aumento del tamaño abdominal.
“El edema se produce cuando se escapa líquido de pequeños vasos sanguíneos del cuerpo (capilares). El líquido se acumula en los tejidos circundantes, lo que produce la hinchazón”, dice la entidad. Agrega que los casos leves de edema pueden deberse a estar sentado o permanecer en una posición durante mucho tiempo, ingerir mucha comida salada, tener signos y síntomas premenstruales o estar en estado de embarazo.
Del mismo modo, el edema se puede producir como un efecto secundario de algunos medicamentos como los que se usan para la presión arterial alta, esteroides, antiinflamatorios no esteroides, para la diabetes o los estrógenos.
La alimentación, al igual que con la mayoría de los temas relacionados con la salud, juega un papel importante en el manejo de la retención de líquidos. Y, en ese sentido, hay un alimento que es calificado como “la fruta perfecta” para combatirla: los arándanos. El consumo de arándanos se ha potenciado en los últimos años gracias a los beneficios que se atribuyen para la salud. A pesar de tratarse de una de las frutas más pequeñas, sus bondades son indiscutibles.
La composición nutricional de 100 gramos de arándanos habla por sí sola: 30 kilocalorías, 89 gramos de agua, 0,6 gramos de proteína, 6,9 gramos de hidratos de carbono, 0,2 gramos de grasa, 1,8 gramos de fibra, 0,5 gramos de hierro, 88 miligramos de potasio, 6 microgramos de ácido folico, 3 miligramos de sodio, 5 microgramos de vitamina A y 17 miligramos de vitamina C, reseña el diario ABC de España, con el aval de la dietista-nutricionista de Alimmenta, Julia Farré.
En ese sentido, Herbora, una compañía que se dedica a la fabricación y comercialización de complementos alimenticios a base de productos naturales, recomienda la ingesta del zumo de arándanos para tratar la retención de líquidos.
Para tratar la hinchazón de las piernas con el consumo de arándanos, los expertos sugieren optar por la variedad roja de este tipo de frutos, los cuales pueden ser mezclados en un batido con sandía, pepino, apio y un toque de perejil.
Por su parte, la dietista-nutricionista Cecilia Montagna, en un artículo publicado en el número 65 de la Revista Corazón y Salud de la Fundación Española del Corazón, recomienda el consumo de alimentos naturales para evitar la retención de líquidos. En palabras de la especialista, estos son los alimentos que las personas que sufren de retención de líquidos deben integrar en su dieta:
- Lácteos: la leche, los yogures, los quesos blancos y los quesos sin sal pueden consumirse sin inconvenientes. No obstante, se debe restringir el consumo de quesos curados y semicurados, ya que su contenido de sodio es muy alto.
- Carnes: se permiten todas las carnes magras y frescas (ternera, cerdo, pollo, pavo y conejo). A la par, se deben evitar las conservas, los ahumados, los embutidos, la charcutería, los patés y las salchichas, ya que contienen elevadas cantidades de sal y de conservantes.
- Pescados: se incluyen todos los pescados, tanto frescos como congelados, excepto aquellos que se presentan en conserva, ahumados y salados.
- Frutas y verduras: todas están permitidas, puesto que son alimentos muy pobres en sodio. Solo se limita la ingesta las verduras enlatadas por su contenido de conservantes ricos en sodio; para poder consumirlas se debe extraer todo el líquido del envasado y lavar las verduras con abundante agua. También son ricas en sodio las aceitunas y los frutos secos salados.
- Cereales: se aconseja restringir el consumo de panes, galletas y aperitivos con sal, y reemplazarlo por sus variantes sin sal.
- Bebidas: algunas aguas minerales tienen un contenido muy alto de sodio. Por lo tanto, se debe verificar la etiqueta para seleccionar aquellas marcas que contengan menos de 50 mg/litro.
- Alimentos preparados e industriales: se deben evitar las salsas comerciales (mostaza, salsa de tomate, salsa de soja, salsa rosa, mayonesa, etc.), caldos concentrados, alimentos precocinados y comidas rápidas preparadas.