La aromaterapia se conoce como una medicina complementaria que utiliza aceites esenciales de plantas aromáticas, flores, hojas, semillas, cortezas y frutas para ayudar a aliviar algunas enfermedades y mejorar el estado de ánimo.
Al no haberse demostrado científicamente el efecto curativo de esta técnica sobre diversas enfermedades para las que se ha extendido su uso, no se considera parte de la medicina convencional, y por ello entra a formar parte de las terapias de la medicina alternativa.
Según el instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, la investigación sobre la eficacia de la aromaterapia y el empleo terapéutico de aceites esenciales extraídos de las plantas es limitada. Sin embargo, algunos estudios demostraron que la aromaterapia puede tener beneficios para la salud, entre ellos, que ayuda a aliviar la ansiedad y la depresión; mejora de la calidad de vida, en particular para las personas con enfermedades crónicas, y también ayuda con la calidad del sueño.
De acuerdo con la mencionada institución, estudios de menor envergadura sugieren que la aromaterapia con aceite de lavanda, por ejemplo, puede ayudar a reducir el dolor de las personas con osteoartritis de la rodilla, a mejorar la calidad de vida de los que sufren de demencia y a aliviar el dolor de quienes padecen de cálculos renales.
Aunque no existe suficiente evidencia científica de su funcionamiento, hay quienes usan esta terapia como cura de múltiples enfermedades, como la artritis, los dolores musculares y articulares, los reumatismos, la bronquitis, los calambres, los catarros y los resfriados, la celulitis, la resaca, la dermatitis, los eczemas, el estreñimiento o la mala circulación, precisa un artículo del portal Cuídate Plus.
Los aceites esenciales utilizados en la aromaterapia se suelen extraer de diversas partes de las plantas y luego se destilan. Los aceites altamente concentrados pueden inhalarse en forma directa o indirecta, o aplicarse en la piel con masajes, lociones o sales de baño. Algunos fabricantes ofrecen algunos que pueden ingerirse, pero las investigaciones sobre la seguridad y la eficacia de este método son aún más limitadas.
Se cree que la aromaterapia funciona mediante la estimulación de los receptores olfativos de la nariz, que luego envían mensajes por el sistema nervioso al sistema límbico, la parte del cerebro que controla las emociones, precisa información de la compañía de salud Sanitas, de España.
De acuerdo con Sanitas, la aromaterapia parece tener su efecto más beneficioso en las dolencias menores, problemas digestivos, síndrome premenstrual, enfermedades relacionadas con el estrés y algunos problemas de piel, y no necesariamente de enfermedades más complejas.
“Es extremadamente improbable que la aromaterapia cure enfermedades más importantes, por lo que no recomendamos que se utilice en estos casos en sustitución de la medicina convencional. Sin embargo, puede usarse para aliviar el estrés psicológico experimentado por las personas que sufren de una patología grave”, precisa.
Siguiendo instrucciones
Las investigaciones han demostrado que muchos aceites esenciales son seguros cuando se utilizan según las instrucciones. Sin embargo, es relevante aclarar que los que son usados en la aromaterapia no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
Los especialistas también aseguran que, cuando se aplican aceites a la piel, los efectos secundarios pueden incluir reacciones alérgicas, irritación y sensibilidad al sol. Además, se necesitan más investigaciones para determinar cómo los aceites esenciales podrían afectar a los niños y a las embarazadas o mujeres que están amamantando, así como la forma en que podrían interactuar con los medicamentos y otros tratamientos.
Los más usados
Según los expertos, dependiendo de cuál sea el efecto que la persona desee obtener, estos son los usos más frecuentes de los aceites esenciales populares.
- Relajantes: lavanda (también antiséptico), manzanilla, jazmín, incienso y mirra (ambos pueden irritar si se aplican en la piel o se usan en el baño), nerolí, naranja, mandarina y ylang-ylang (la inhalación excesiva puede causar dolores de cabeza).
- Revitalizantes: limón (puede irritar la piel, especialmente cuando se expone al sol), semilla de pomelo, canela, enebro (también tiene propiedades antisépticas), vainilla, geranio y romero.
- Estimulantes: menta y eucalipto (ambos actúan como descongestionantes al inhalarse, pero pueden irritar la piel, así que es importante tener cuidado). Otros aceites, como el de árbol de té, son famosos por sus propiedades antisépticas.