“Una arritmia es una alteración del ritmo cardiaco”, explica el doctor Ignacio García Bolao, director del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN). Señala que el ritmo cardiaco se divide en dos fases: diástole, que es cuando el músculo cardiaco se relaja y la cavidad se llena de sangre, y sístole, cuando el músculo se contrae y expulsa la sangre al torrente circulatorio, manteniendo el flujo sanguíneo y la presión arterial.

“Este proceso ocurre de una manera regular y rítmica, al estar gobernado por un sistema eléctrico denominado sistema de excitación y conducción. Cuando se altera ese sistema, aparecen las arritmias o trastornos del ritmo cardiaco”, indica el galeno del centro médico español.

Hay dos grandes tipos de arritmias: taquicardia y bradicardia, que son rápidas y lentas, respectivamente. La primera se detecta cuando hay más de 100 latidos por minuto estando la persona en reposo, mientras que la bradicardia se da una frecuencia cardíaca en reposo que es de menos de 60 latidos por minuto.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, las arritmias pueden causar síntomas como palpitaciones, mareo, síncope, dolor torácico o pérdida de conocimiento, aunque “también pueden pasar inadvertidas y detectarse casualmente cuando se realizan pruebas diagnósticas”.

Señala que las arritmias cardiacas aparecen por alguno de los siguientes tres motivos: El impulso eléctrico no se genera adecuadamente, el impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo o los caminos para la conducción eléctrica están alterados.

¿Cómo saber si es peligrosa?

“Las arritmias pueden hacerte sentir latidos cardíacos prematuros o sentir que tu corazón está latiendo con demasiada lentitud”, explica Mayo Clinic. Añade que otros signos y síntomas pueden estar relacionados con que el corazón no bombea de forma eficaz debido a los latidos rápidos o lentos del corazón, “estos incluyen falta de aliento, debilidad, mareos, vahído, desmayos o casi desmayos y dolor o incomodidad en el pecho”.

Ante la sintomatología en mención, la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación recomienda buscar atención médica con urgencia, bien sea que ocurran de repente o con frecuencia.

Advierte que la fibrilación ventricular es un tipo de arritmia que puede ser mortal: “Ocurre cuando el corazón late con impulsos eléctricos rápidos y erráticos. Causa que las cavidades inferiores del corazón (ventrículos) tiemblen sin sentido en lugar de bombear sangre. Sin un latido cardíaco efectivo, la presión arterial cae en picada y corta el suministro de sangre a los órganos vitales”.

Mayo Clinic explica que una persona con fibrilación ventricular “colapsará en cuestión de segundos y en poco tiempo dejará de respirar o de tener pulso”. Se trata de un problema mayor, por lo que la atención debe ser inmediata. Por ello, la entidad reseña los siguientes pasos en caso de que esto ocurra:

  • Si no hay ninguna persona cerca que esté capacitada en reanimación cardiopulmonar (RCP), hay que hacer RCP solo con las manos. Consiste en hacer entre 100 y 120 compresiones torácicas ininterrumpidas por minuto hasta que lleguen los paramédicos. Para realizar compresiones torácicas, se empuja fuerte y rápido en el centro del pecho. No es necesario hacer respiración de rescate.
  • Si alguna persona que esté cerca sabe hacer RCP, se comienza a administrarla si es necesario. La RCP podrá ayudar a mantener el flujo sanguíneo a los órganos hasta que se pueda administrar una descarga eléctrica (desfibrilación).