Las arrugas son líneas de expresión que aparecen como consecuencia del paso de los años. Además, pueden producirse por un mal cuidado de la piel como la falta de hidratación, exceso de sol o una mala alimentación, entre otras cosas.
Algunas arrugas se pueden volver grietas o surcos profundos y ser particularmente notorias alrededor de los ojos, la boca y en el cuello, según el portal especializado en salud Mayo Clinic.
Para evitarlas y combatirlas lo primero que se debe hacer es aumentar la producción de colágeno y elastina. Esto se hace principalmente a través de los alimentos que se consumen, suplementos vitamínicos e, incluso, aplicando sobre la piel algunas mascarillas nutritivas, según el portal Mejor con Salud.
Sin embargo, para mejores resultados es necesario complementar estos factores con buenos hábitos, como una buena alimentación y algunos ejercicios.
Según una publicación en Harvard Health Publishing, estos ejercicios no tienen efectos instantáneos sobre los músculos faciales y la piel. Incluso es difícil saber si realmente funcionan. No obstante, se cree que son útiles para evitar la flacidez y minimizar algunos signos prematuros de la edad.
En dicha publicación, El Dr. Olbricht puntualiza que en realidad no hay inconveniente en practicar este tipo de actividades. Es más, afirma que no son peligrosos y tampoco suponen riesgos de efectos negativos.
Ejercicios para el contorno de los ojos
- Primero, formar círculos con los dedos índices y pulgares, como si se estuviese simulando unas gafas.
- Luego, ponerlos alrededor de los ojos y usarlos para tensar la piel de arriba hacia abajo.
- Después, parpadear unas 20 veces sin dejar de tensionar, sostener unos segundos y relajar.
- Otra opción es colocar los dedos índices sobre cada una de las cejas y hacer presión hacia abajo.
- Mientras tanto, intenta levantar las cejas, relaja y repítelo 15 veces para evitar la flacidez de los párpados superiores.
Ejercicios para las mejillas
- Para empezar, inspirar e hinchar las mejillas con aire. Luego, darles pequeños golpecitos con las yemas de los dedos.
- Tratar de sostener la tensión durante 8 segundos y soltar el aire de forma lenta.
- Otra opción consiste en torcer los labios. Primero, torcerlos hacia el lado derecho y, luego, hacia el izquierdo.
- Por último, asegurarse de que ambos movimientos tensan los pómulos para conseguir buenos efectos.
Ejercicios para el contorno de la boca
- En primer lugar, abrir la boca de forma exagerada, cerrarla y completar 10 repeticiones.
- Luego, pronunciar las vocales en voz alta con una expresión marcada, es decir, abriendo la boca tanto como sea posible.
- Repetir 10 veces.
- Por último, descansar.
Ejercicio para la frente
- Primero, poner ambas manos en la frente con las palmas hacia adentro y estirar la piel hacia el exterior, como si estuviese barriendo.
- Luego, relajar la piel, descansar 10 segundos y repetirlo hasta 15 veces.
Ejercicio para la papada
- Primero, adoptar una posición erguida, ya sea parada o sentada en una silla recta.
- Luego, mover la cabeza hacia atrás, mantener la mirada hacia arriba y hacer que la boca se mueva como si estuviese masticando comida.
- Realizar 15 repeticiones.
Ejercicio para el cuello
- Primero, manteniendo la mirada hacia el frente, poner las puntas de los dedos en la parte inferior del cuello y acariciar la piel hacia abajo, con la cabeza inclinada hacia atrás.
- Luego, mover la cabeza hacia adelante y hacia atrás, repitiéndolo de 6 a 8 veces.
Mascarillas complementarias
Mascarilla de leche y avena
Sin importar que tipo de piel, ya sea grasa, reseca, o mixta, esta mascarilla es idónea para limpiar a fondo las impurezas y retirar las células muertas.
Por una parte, la avena contiene sustancias que combaten los radicales libres, según afirma un estudio realizado por el Pacific Agri-Food Research Centre (Canadá). Por su parte, la leche hidrata, exfolia y limpia a la vez que estimula la producción de colágeno, según afirma un estudio realizado por la Universidad Santo Tomás (Chile).
Ingredientes
- 2 cucharadas de avena en polvo (20 g).
- ½ taza de leche (100 mL).
Preparación
- Primero colocar en el fogón la leche y dejar que hierva.
- Cuando alcance su punto de ebullición agregar la avena.
- Finalmente, darle vuelta y dejar reposar hasta que esté a temperatura ambiente.
- Lavar el rostro con agua fría.
- Colocar la mascarilla en el escote, cuello y rostro.
- Con las manos limpias realizar masajes circulares para facilitar la exfoliación.
- Dejar actuar por 20 minutos y retirar con agua tibia.
- Aplicar esta mascarilla 3 veces por semana para un mejor resultado.
Mascarillas con clara de huevo
La clara de huevo se utiliza para atenuar y disminuir los signos del envejecimiento y la piel deteriorada. Además, funciona como astringente y exfoliante, a la vez que combate la flacidez y los poros irritados, según afirma un estudio realizado por la Universidad de Duke (Estados Unidos).
Por lo tanto, esta mascarilla será bastante útil para zonas como el contorno de los ojos, la frente y las partes del rostro con líneas de expresión.
Ingredientes
- 1 huevo (63 g).
- 1 cucharada de miel (21 g).
Preparación
- Antes de nada, lavar el rostro con abundante agua y jabón.
- Proceder a separar la yema del huevo y mezclar la clara en un recipiente junto con la miel.
- En primer lugar, aplicar uniformemente la mezcla en el rostro, haciendo énfasis en el contorno de los ojos y las zonas más afectadas.
- A continuación, dejar actuar durante 20 minutos y retirar con agua tibia.
- Aplicar esta mascarilla 2 veces al día para obtener mejores resultados.