La artritis es una enfermedad en la que se inflaman las articulaciones, que son las zonas del cuerpo donde se unen dos huesos como, por ejemplo, el codo o la rodilla.
Hay muchos tipos diferentes de artritis que tienen diversas causas y tratamientos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que los síntomas frecuentes de esta afección, que se presenta más con el avance de la edad, incluyen dolor, enrojecimiento, calor e hinchazón en las articulaciones.
Esta enfermedad no tiene cura, pero si se identifica el tipo de la misma es posible que los tratamientos médicos permitan que la persona lleve una vida activa y productiva. Además, hay algunas recomendaciones a las que se les debería prestar atención para minimizar el impacto generado por la enfermedad.
Lo primero, de acuerdo, con el instituto de investigación Mayo Clinic es conocer todo sobre la afección, incluyendo qué tipo de artritis se posee y si alguna de las articulaciones ya está dañada, pues a partir de ello se pueden tomar acciones para mejorar la condición.
Estos son algunos aspectos para tener en cuenta:
- Mantener las articulaciones en movimiento. Es aconsejable realizar a diario estiramientos suaves que muevan las articulaciones en toda su amplitud de movimiento.
- Tener una buena postura. Con ayuda de un especialista es importante tener clara la forma en que la persona debe sentarse, pararse y moverse de manera correcta.
- Conocer los límites. Es importante buscar un equilibrio entre la actividad y el descanso, y no te excederse.
A esto se deben sumar cambios en los hábitos de vida, pues son determinantes para lidiar mejor con este padecimiento. Por ejemplo, se debe:
- Controlar el peso. El sobrepeso puede aumentar las complicaciones de la artritis y contribuir al dolor de la misma. Por lo general, hacer cambios graduales permanentes en el estilo de vida que generen una pérdida de peso progresiva suele ser el método más eficaz para controlar el peso.
- Dejar de fumar. Este hábito genera estrés en el tejido conectivo, lo que puede aumentar el dolor que ocasiona la artritis.
- Ejercicio. Cuando una persona padece de artritis es clave moverse para ayudar a reducir el dolor y la rigidez, mejorar la amplitud del movimiento, fortalecer los músculos, y aumentar la resistencia. En este caso es clave realizar las actividades adecuadas, las que fortalecen los músculos que rodean las articulaciones, pero que no las dañan. Hay ejercicios que, por el contrario, deben descartarse para evitar mayores complicaciones. Pueden incluirse en el plan: aeróbicos de bajo impacto, como caminar, montar en bicicleta o nadar. Se deben evitar actividades de alto impacto y con movimientos repetitivos, como correr, saltar, jugar tenis y los aeróbicos de alto impacto.
¿Cómo prevenir esta afección?
Es natural que con el paso del tiempo las articulaciones empiecen a desgastarse. Pero también cuando una persona lesiona sus articulaciones, por ejemplo, mientras practica deportes o debido a un accidente, es posible que se enfrente a un desgaste más rápido. Para evitar las lesiones, es importante utilizar el equipo de seguridad adecuado y conocer las técnicas correctas para hacer ejercicio.
Proteger las articulaciones es determinante y esto se logra usando técnicas correctas al sentarse, trabajar y levantar objetos, pues de no hacerlo de la manera adecuada es posible que genere impactos negativos. Por ejemplo, agacharse con las rodillas y caderas y no con la espalda, cuando se levantan objetos es una de las recomendaciones.
También es acosejable llevar objetos cerca del cuerpo para no poner mucho esfuerzo en las muñecas. Por último, si la persona tiene que estar sentada por períodos prolongados, asegurarse de que la espalda, piernas y brazos tengan buen apoyo.
Referencia científica:
Rheumatoid arthritis, diagnosis, evolution and treatment