Las articulaciones, específicamente las que son bisagra (hombro y rodilla), son estructuras que están compuestas de hueso, músculos, membrana sinovial, cartílago y ligamentos. Estos funcionan para soportar peso y movilizar el cuerpo humano, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Una alimentación balanceada es fundamental para el bienestar del organismo, especialmente para mantener fuertes las articulaciones y los huesos. Cuando el cuerpo no tiene las vitaminas y los nutrientes necesarios, ambas estructuras se debilitan y hay un mayor riesgo de fracturas o lesiones.

Según apunta Medline Plus, el calcio es importante para la salud de los huesos, pues los mantiene densos y fuertes. Así mismo, menciona que la vitamina D tiene un papel fundamental ya que ayuda a que el cuerpo absorba el calcio. Es por esto que los expertos de la Biblioteca recomiendan consumir alimentos que aporten calcio, vitamina D y proteínas.

¿Cómo incluir el calcio en la alimentación?

Los lácteos son la mayor fuente de calcio. Los yogures, el suero de leche y los quesos son una gran opción para incluir en la dieta balanceada. Otros alimentos que son fuentes de calcio son:

  • Brócoli.
  • Col rizada.
  • Acelgas.
  • Salmón.
  • Sardinas.
  • Almendras.
  • Semillas de girasol.
  • Melazas cocidas.

Articulaciones saludables

El ejercicio es una de las herramientas para prevenir los problemas en las articulaciones. La actividad física “fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y les ayuda a trabajar mejor”, indica Medline Plus.

En caso de tener una afección articular, también es la mejor opción para tratar la enfermedad y aliviar el dolor. Se debe tener en cuenta que la actividad física no debe implicar esforzar las articulaciones. “Algunos ejemplos incluyen caminar, andar en bicicleta y nadar. Hacer actividad física también puede retrasar el comienzo de la discapacidad relacionada con la artritis y ayudar a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la diabetes, la enfermedad cardíaca o la obesidad”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Para las personas que tienen artritis, hacer ejercicio puede preocuparlas, debido a una posible lesión. Para evitar esto y hacerlo de forma segura, los CDC brindan varias recomendaciones:

  • Comenzar con poca actividad física y aumentar poco a poco.
  • Cambiar la actividad cuando los síntomas de la artritis se incrementen.
  • Realizar ejercicios que no lleven a esforzar las articulaciones.
  • Hacer ejercicio en lugares seguros.
  • En caso de tener dudas, consultar a un doctor para conocer a profundidad cómo se puede realizar actividad física teniendo esta condición.

Artritis

La artritis es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar las articulaciones y en algunas personas puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. Además, esta enfermedad es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Esta entidad explica en su página web que la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.

Algunos síntomas de esta enfermedad son:

  • Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
  • Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.

Se les debe prestar atención a estos signos y consultar a un médico inmediatamente. Un diagnóstico oportuno y correcto permitirá iniciar un tratamiento para evitar mayores afectaciones en las articulaciones. En el caso de la artritis reumatoide, los profesionales deben realizar diferentes exámenes para su identificación.

“La inflamación en las articulaciones en la artritis reumatoide es blanda y muy diferente de las protuberancias óseas duras en las articulaciones de los dedos que a veces se presentan en la osteoartritis”, explica Michael M. Ward, quien supervisa las investigaciones sobre artritis reumatoide de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).