“La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones”, reseña Mayo Clinic. Se trata de una enfermedad que comprende más de 100 afecciones y enfermedades reumáticas, siendo la artrosis y la artritis reumatoide los tipos más frecuentes que se presentan.
La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación explica que la artrosis provoca que el cartílago, ese “tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde se forma una articulación, se rompa”. Mientras que la artritis reumatoide es una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca de forma directa las articulaciones y comienza por el revestimiento de las mismas.
Entre el centenar de enfermedades y afecciones que comprende la artritis, hay otras formas frecuentes: artritis del pulgar, artritis idiopática juvenil, artritis psoriásica, artritis reactiva, artritis reumatoide, artritis séptica, espondiloartritis anquilosante, fibromialgia, gota y osteoartritis.
“Los cristales de ácido úrico, que se forman cuando hay demasiado ácido úrico en la sangre, pueden causar gota. Las infecciones o enfermedades de fondo, como la psoriasis o el lupus, pueden causar otros tipos de artritis”, agrega la entidad.
Dolor, rigidez, hinchazón, enrojecimiento y disminución de la amplitud del movimiento de las articulaciones son los signos y síntomas más comunes que se presentan en el marco de la artritis, pueden reflejarse según el tipo de artritis que tenga el paciente. Además, tienden a empeorar con la edad.
En palabras de Mayo clinic, los factores de riesgo de la artritis comprenden lo siguiente:
- Antecedentes familiares: Algunos tipos de artritis son hereditarios, por lo que es probable que la persona contraiga artritis si sus padres o hermanos tienen este trastorno. Los genes pueden hacerlo más vulnerable a los factores ambientales que pueden desencadenar artritis.
- La edad: El riesgo de muchos tipos de artritis, entre ellos la artrosis, la artritis reumatoide y la gota, aumenta con la edad.
- El sexo: Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis reumatoide, mientras que la mayoría de las personas que tienen gota, son hombres.
- Lesión articular previa: Las personas que se han lesionado una articulación, tal vez mientras hacían deporte, con el tiempo tienen más probabilidades de contraer artritis en esa articulación.
- Obesidad: El peso extra fuerza las articulaciones, en especial las rodillas, caderas y columna. Las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis.
Señala que en el caso de la artritis grave, en especial si afecta las manos o los brazos, puede dificultar que el individuo lleve a cabo las tareas diarias. Por otro lado, la artritis que se genera en las articulaciones que soportan peso –como la espalda, las rodillas, los tobillos, entre otros– puede impedirle al paciente caminar de forma cómoda o sentarse erguido. “En algunos casos, las articulaciones pueden torcerse y deformarse”, agrega.
La entidad estadounidense explica que los tratamientos varían según el tipo de artritis y entre los objetivos principales que tienen están reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Explica que, por un lado, la fisioterapia puede ayudar a darle manejo a algunos tipos de artritis, pues los ejercicios pueden “mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones”.
Así como este método de la medicina tradicional ha demostrado tener efectos positivos en el manejo de algunos tipos de esta enfermedad, hay otros tres métodos de la medicina alternativa que describe Mayo Clinic. Aclara que si bien no hay evidencia científica sobre su eficacia, son los “más prometedores para la artritis” de esta rama de la medicina:
- Acupuntura: Es una terapia que usa agujas finas, las cuales se insertan en puntos específicos de la piel para reducir distintos tipos de dolor, entre ellos los que causan algunos tipos de artritis.
- Yoga y taichí: Los movimientos lentos y de estiramiento asociados con el yoga y el taichí pueden ayudar a mejorar la flexibilidad articular y la amplitud de movimiento en las personas con algunos tipos de artritis.
- Masajes: Dar golpeteos o masajes suaves en los músculos puede aumentar el flujo sanguíneo y brindar calor a las articulaciones afectadas, y de este modo aliviar temporalmente el dolor. “Asegúrate de que el masoterapeuta sepa qué articulaciones están afectadas por la artritis”, dice.